Cuando un
espermatozoide y un óvulo se unen comienza el proceso de fabricación de un ser
humano.
Hombre y mujer
tenemos 46 cromosomas en cada una de nuestras células. Los cromosomas son el manual
de instrucciones para fabricar un nuevo ser humano. La mitad de los cromosomas
los pone el padre y la otra mitad, la madre.
Todos los
óvulos de la madre tienen un cromosoma “X”; en cambio, los espermatozoides del
padre pueden tener un cromosoma “X” o un cromosoma “Y”.
Si el
espermatozoide que llega primero al vientre materno es “X”, se juntará con el
óvulo “X” y nacerá una niña: “XX”;
en cambio, si el espermatozoide que llega primero es “Y”, se juntará con el
óvulo “X” y nacerá un niño: “XY”.
“El padre
es quien determina el sexo de los hijos”; pero el cromosoma “Y” no entra en
acción desde el principio de la fecundación, sino en la octava semana de
gestación.
Como el
cromosoma “Y” todavía no se activa, el embrión –en el vientre materno– comienza
a desarrollar órganos femeninos; es decir, el diseño básico del cuerpo humano
es femenino. La naturaleza es como una máquina programada para fabricar
mujeres.
Si las
glándulas sexuales hablaran, dirían:
«Mientras no me digan lo contrario, yo fabrico una mujer».
Si el
espermatozoide que fecundó era “Y”, este cromosoma recién se despierta en la
octava semana de gestación y le envía un mensaje de testosterona al embrión. Es
como si le dijera a la naturaleza: «No sigas
fabricando una mujer, reordena las piezas y fabrica un varón» y la naturaleza, entonces,
reorienta el diseño.
Por eso,
los varones tenemos tetillas y glándulas mamarias porque ya estábamos en la
línea de ensamblaje femenino. ¡TODITOS ÍBAMOS A SER MUJERES! ¡¡¡Ohhh, Dios!!!
El varón
no es más que una mujer reorientada. El pene es un clítoris reformulado; los
testículos son ovarios potenciales fuera de lugar (el prefijo “ova”, “ovo”
viene de HUEVO). Hombres y mujeres tenemos huevos; unos adentro y otros afuera.
Durante
siglos y milenios, los varones han creído ser el primer sexo; el sexo fuerte.
Eso es científicamente falso; las mujeres son el primer sexo. El sexo masculino
es el segundo y el secundario.
Si todos
los varones de la tierra desaparecieran, las mujeres podrían continuar la
especie humana. Bastaría un banco de semen o clonación; ellas saben fabricar
vida. Pero si todas las mujeres del mundo desaparecieran, el género humano se
habría extinguido. Entonces: Eva no
nació de Adán, sino Adán de Eva.
Los gametos
o células reproductoras (espermatozoides y óvulo) son producidos por las
gónadas. Si las gónadas son masculinas, se llaman testículos y si son
femeninas, ovarios. Estas gónadas –masculinas y femeninas–, además de los
gametos, también producen una hormona anabolizante llamada testosterona (que
viene de testículo). Esta testosterona la producen tanto las gónadas masculinas
(testículos) como las gónadas femeninas (ovarios). Solo que los testículos producen
10 veces más cantidad que los ovarios (“ova”, “ovo” = huevo. Por eso dije más
arriba, todos tenemos huevos; unos adentro y otros afuera).
Todo esto no
lo es todo, pero si es lo básico o elemental para tener en cuenta a la hora de
entrenar a la gente en un gimnasio, ya sea con aeróbicos o anaeróbicos. Por ese
motivo, las mujeres no desarrollan músculos como los hombres; su hormona
anabolizante testosterona es 10 veces menos cantidad que la de los hombres (si
la mujer se inyecta testosterona, es diferente; por eso los médicos no
recomiendan a nadie los anabólicos esteroides). Si el hombre se inyecta
testosterona no se hace más hombre, sino que le produce la aromatización. Es
decir, empieza a sentir atracción hacia otros hombres, desarrollo de las glándulas
mamarias o ginecomastia, hipogonadismo o menor secreción natural de
testosterona. A esto último lo confunden con una reducción del tamaño del pene,
pero no es así. Son las gónadas masculinas o testículos que empiezan a segregar
menos testosterona y no reducción del tamaño del órgano viril; en fisiología,
la función hace al órgano y no el tamaño. Además de otros daños más severos
todavía.
Me
gustaría extenderme mucho más en esto (endocrinología), que es la base del
físicoculturismo y fitness, pero resulta que a la gran mayoría no le agrada leer.
Son pequeños detalles que con frecuencia los trato con poquísimas personas en
el gimnasio donde trabajo; pues a la mayoría no le interesa informarse, solo
entrenar como animalitos.
En la fotografía
estoy con dos de mis principales alumnas del fitness: Fressia Johana Litano Cabrera (de lentes) y Károl Mirella Felipe
Cabanillas. Fressia (21) estudia Arquitectura en
la UPAO (Trujillo) y Károl (19) estudia Enfermería en la Universidad César
Vallejo (Trujillo). Ambas reciben un asesoramiento holístico o integral de
parte mía en el gimnasio “Malka” de Chepén solamente los meses de vacaciones
desde hace unos años.
CONSULTOR FITNESS Y CORRECCIÓN GRAMATICAL
Nicanor Alfredo Camacho Núñez
Máster: "Entrenador Personal", "Nutrición Deportiva" y "Psicología Deportiva"
Diplomado en "Gramática, Redacción y Estilística"
+51 - 942 305 620 Móvil
consultorfitness1211@gmail.com
nicanorgramati@gmail.com
Chepén - La Libertad
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