domingo, 27 de marzo de 2016

CON ENORME PASIÓN

Este es un artículo de mi autoría, publicado en primicia y exclusividad en la "Revista Avancemos" (Chepén) en su edición Nº 72 del mes de marzo de 2016. Es una publicación mensual dirigida por el Sr. Julio César Angulo Quesquén, en donde –además de "Escritor"–, soy el responsable de la "Corrección Gramatical" de gran parte de dicha revista.
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Por: Nicanor Alfredo Camacho Núñez

Un carpintero con muchos años de servicio, por motivos familiares, pidió que le adelanten su jubilación en una compañía constructora en la que había laborado años. Al manifestarle su intención al jefe, este le pidió que antes de dejar la compañía le construyera una última casa. El carpintero “gustoso” aceptó; sin embargo, no puso todo de su parte al realizar el trabajo y al final entregó una casa de calidad inferior a la habituada. Se sorprendió al ver que su jefe le entregaba las llaves, mientras le decía: “¡Esta es tu casa! Es un regalo de la constructora para ti”.

Toda cosa que hacemos, por más pequeña que sea, repercute inexorablemente en nuestra vida diaria, y por cada uno de nuestros actos hay algo que recibimos. Solamente de nosotros depende que recibamos poquísimo o algo significativo. De ahí que, a diferencia del carpintero de esta historia, debemos estar siempre entusiasmados a poner en uso toda nuestra capacidad, y no estar dándonos nuestras sobras (el dinerito que me sobra –le llaman ahorros– el tiempo que me sobra –le llaman libre– el trabajo que me sobra, etc.; puras sobras se da mucha gente a sí misma). ¿Con sobras, harías un buen manjar? Date lo mejor de ti, es decir, hagamos todo con pasión, empeño, entusiasmo y no por obligación, aunque sea muy poco el pago material que recibamos. Claro que conozco de cerca que hay muchos casos en que los jefes o empleadores NO tienen la capacidad de dirigir, porque carecen de criterio y CARÁCTER, requisitos imprescindibles para liderar o dirigir alguna empresa. Así como también, no tienen la cualidad de reconocer la capacidad intelectual de muchos de sus empleados y andan rivalizando inconscientemente con estos en diferentes modalidades.

“Abandonar puede tener justificación; abandonarse no la tiene jamás”
–Anónimo–

En la escuela, colegio, instituto o universidad es usual que las labores se hagan solo por la motivación de la nota (motivación extrínseca, la de menos valor). En la mayoría de los centros de trabajos sucede lo mismo: la actividad se realiza únicamente por el impulso del pago (motivación extrínseca). Por eso, a menudo nos encontramos con trabajadores que se lamentan de lo aburridos o desmotivados que se sienten porque en realidad no hacen lo que les interesa ¿o no se interesan en lo que hacen?

El trabajo diario debe incluir nuestros más profundos valores y pasiones, sentimientos y compromisos o, de otro modo, no es un trabajo, es solo un puesto, y un puesto es aquello que nos permite pagar las deudas pero no da satisfacción real, además de ser un círculo vicioso de difícil salida. El trabajo es algo que afecta el corazón y que expresa nuestro ser, por eso la necesidad de hacer lo que nos gusta; trabajar por vocación, no por obligación. Entonces, podemos inferir que en el Perú hay escasez de trabajadores. Casi todas las personas, cuando conseguimos un trabajo lo vemos como la panacea que –principalmente– nos va a solucionar nuestras angustias económicas y, por tanto, nos olvidamos de ponerle entusiasmo a nuestra labor. A pesar de que podamos tener aflicciones económicas, es totalmente negativo y absurdo llevar esas angustias al centro de labores, muy al margen de que tu jefe reconozca o no tus capacidades intelectuales o cognoscitivas.

Permítanme explicarles que no hay trabajo pequeño ni grande: En una obra de teatro, por ejemplo, puede haber un papel con muy poco diálogo, pero si el autor le confiere gran valor a lo que hace y se concentra en el sentido y en la motivación del ser que está expresando a través de esas cortas líneas, difícilmente el personaje pasará inadvertido entre el público”.

El problema, casi siempre, somos nosotros mismos, ya que nos cuesta muchísimo utilizar nuestra libertad–responsabilidad (asumirnos). Sin embargo, varias veces sentimos que esa libertad nos ahoga, nos genera ansiedad y terminamos haciendo lo mismo de siempre: copiando, imitando o actuando en automático; es decir, en forma inconsciente y pasiva, no proactiva. Por lo tanto, ya sabes que poco interesa el qué, lo importantísimo es el CÓMO; eso es lo que hace la diferencia. Esa premisa básica aplícala para todo en tu vida.

Por ese motivo, como Entrenador en el gimnasio donde trabajo, siempre les enfatizo a mis clientes que en el guión de nuestra propia vida, nosotros somos los autores. Tenemos la libertad de escribir líneas principales y secundarias (asumiéndonos), de crear el personaje como mejor nos parezca, con mucho entusiasmo, con aciertos y errores. Pero, para escribir y actuar ese guión, necesitamos descubrir nuestra motivación (intrínseca) y mantener vivo el interés y el entusiasmo en todas nuestras acciones. Puesto que estamos construyendo nuestra propia casa (vida), debemos hacerla con gran entusiasmo, con los mejores materiales y no con nuestras sobras como suele ser común, salvo mejor parecer.

jueves, 24 de marzo de 2016

ETIMOLOGÍA DE "CESÁREA"

Es una operación quirúrgica que consiste en cortar el útero de la mujer embarazada para extraer al feto. La palabra fue tomada del idioma francés cesarienne, lengua a la cual llegó como derivación de caesum, participio pasivo del verbo latino caedere 'cortar', 'hacer una incisión'. Se trata de operaciones de emergencia, que se practican ante alguna anomalía que hace inviable el parto normal; pero en muchos países sudamericanos (especialmente el Perú), los médicos someten a cesárea a casi todas las parturientas para tener derecho de cobrar dinero extra por el parto. 


Plinio Segundo, quien vivió un siglo después de Julio César, afirmaba que el más famoso de los emperadores romanos había sido bautizado con ese nombre por haber nacido de una operación cesárea, según la frase latina a caeso matris utere” 'de una incisión en el vientre de su madre'. Sin embargo, en aquella época la ley romana no permitía las operaciones cesáreas, excepto cuando la gestante ya había muerto, y sabemos que Aurelia, la madre de Julio César, vivió durante muchos años después del parto. Según historiadores de la medicina, las operaciones cesáreas solo se practicaron en mujeres vivas a partir del siglo XVII. 

domingo, 20 de marzo de 2016

¿SABÍAS QUE...?

El nombre castellano de la MARIPOSA, de historia tan colorida como sus alas, proviene de antiguas canciones y dichos infantiles que se referían a algunas de las ciento sesenta mil especies de insectos conocidos con ese nombre y las llamaban a posarse con versos tales como "María pósate, descansa en el suelo". 

Los ciudadanos ingleses prefirieron llamarlas butterfly 'mosca de la mantequilla'; los franceses, papillon, del latín papilione; y los portugueses, borboleta, del antiguo belbellita, formado a partir del latín bellus 'bueno', 'bonito'.