jueves, 30 de enero de 2014

PÍLDORAS GRAMATICALES

¿Por qué sol” se escribe a veces con minúscula y otras veces con mayúscula inicial? 
Las palabras tierra, sol y luna se escriben con minúscula excepto en contextos astronómicos, en los que figuran como nombres propios de que designan a esos tres planetas.

domingo, 26 de enero de 2014

DÉJENME SENTIR

Por: Nicanor Alfredo Camacho Núñez

Este es un artículo de mi autoría, publicado en primicia y exclusividad en la "Revista Avancemos" (Chepén) en su edición Nº 56 del mes de enero de 2014. Es una publicación mensual dirigida por el Sr. Julio César Angulo Quesquén, en donde –además de ser "Escritor"–, soy el responsable de la "Corrección Gramatical" de gran parte de dicha revista.  
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“Dios mío: concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las que sí puedo y la sabiduría para establecer esta diferencia”
–Epícteto de Frigia–

Los tiempos que corren en este mundo globalizado marcan una tendencia muy clara a exaltar lo que se piensa y dejar a un lado o, simplemente, ignorar lo que sentimos. Esta “realidad” nos ha colocado en un panorama muy desolador en nuestro único contacto valedero y trascendente: nuestra relación con nosotros mismos.

“No conozco la clave del éxito, pero sé que la clave del fracaso es tratar de agradar a todo el mundo”                          
 –Woody  Allen–

Quizás tú, amigo o amiga, te asombres al ver cómo se le da tanta importancia a esta tan devaluada relación con nosotros mismos, pero siento comunicarte que recién ahí se inicia el resto de nuestras relaciones, las cuales viviremos igual como vivimos la nuestra.

Podríamos resumir entonces que, la crisis relacional del hombre contemporáneo parte de aquí y, quizás, nos está pidiendo a gritos volver al sentir y, sobre todo, dejarnos sentir.

Es normal que cuando vemos a alguien, sea niño o adulto, en su más legítima expresión emocional exista una tendencia natural a juzgarlo, o simplemente castrarlo por parecernos inconveniente e inoportuna. Si se ríe demasiado, de alguien o de algo se estará burlando; si llora, pobrecito: “¡Por favor deja de llorar!”; si explota de ira: “¡Qué persona tan inadecuada, conflictiva y enrollada, creó una tensión innecesaria!”; y, si estás pletórico de entusiasmo, no faltará el (seudo) “realista” que te traiga a la vergüenza, cuando te diga: “veamos cuánto te dura, si te ríes mucho hoy, llorarás mañana, así que mejor reprime”. …Podría decir, sin temor a equivocarme, que estamos en zona prohibida para sentir ¡Qué aberración!

“He aprendido que un hombre solamente tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse”                        
 –Gabriel  García  Márquez–

Todo esto ha desembocado en una crisis emocional endógena (interna) que nos mantiene jugando al TODO ESTÁ MAL, la cual mantiene al planeta enfermo; no de ganas de morirse, sino de pocas ganas de vivir. Así nos traga una rutina sorda, pues nuestra cotidianidad va perdiendo brillo, poder, luz, y una soledad acompañada se vuelve insoportable. En este estado, las adicciones, los ansiolíticos y cualquier supuesta evasión (nada se evade, simplemente se posterga) llenan nuestro bolsillo o cartera como cualquier elemento, pensando simplemente en que: ESTO PASARÁ, o TOTAL, TODOS LO HACEN, y por ahí se nos va la vida.

“El hombre pasa la primera mitad de su vida haciendo cosas que arruinen la otra mitad”
–Anónimo–

Hay que crear una consciencia del sentir, permitir y estimular que la gente aprecie y exprese libremente sus sentimientos (sin perjudicar a nadie, evidentemente). Hace unas semanas, en una tienda que frecuento con regularidad, una señora me preguntaba llena de ansiedad qué podía hacer para ayudar a su hija adolescente que tenía dos días llorando porque su enamorado la dejó por otra y a ella se le partía el alma al verla llorar. Le dije: “¡Qué bueno que llore!, el cuerpo tiene su propio límite, y el mundo emocional sus propias y adecuadas calmas”.

“El dolor, mientras no se convierta en verdugo, es un gran maestro”  
–Concepción  Arenal–

El que esa joven pueda llorar este triste –y necesario– suceso, le permitirá vivirlo al límite y cerrar un duelo para convertirlo en instrumento para crecer. Y a ella, la madre, le dije que la abrazara y le permitiera llorar libremente y que de paso se alegrara porque su hija ejerce la libertad de sentir y expresar. Este dolor (no sufrimiento) le permitirá tomar consciencia que para un joven (hombre o mujer) hay algo más importante en la vida que una relación así.

Sé que esto no es lo convencional, pero es que lo convencional está vencido y hasta satanizado, pues entonces, tenemos que volver al BIENESTAR que nos robó el BENEFICIO. Cuando alguien detona su mundo emocional por una buena o no tan buena razón, le devuelve a la vida una ruta para seguir y una luz para caminar consigo mismo en una sensible, consciente y fructífera relación con nosotros mismos que, luego del llanto, del dolor, la desolación y el mal rato, te aseguro, florecerán para ti; salvo mejor parecer.

“¡Hay tantas cosas en la vida más importantes que el dinero! ¡Pero, cuestan tanto!”
–Groucho  Marx–

sábado, 18 de enero de 2014

ETIMOLOGÍA DE "REY"

La raíz indoeuropea reg-, propia de lenguas que se extendieron por Europa y Asia hace casi cuarenta siglos, se vinculaba a la idea de moverse en línea recta y, metafóricamente, tener comportamiento correcto, cumplir las reglas. Las palabras "recta, correcto y regla", justamente, nos vienen a partir del latín rectus, correctus y regula, que a su vez se formaron desde de esta raíz. 

Los indoeuropeos eran pueblos primitivos, prehistóricos, que se congregaban en grupos dirigidos por un guía o jefe, que les indicaba el camino recto, que más tarde los romanos llamarían rex y que llegaría al castellano como rey. 

domingo, 12 de enero de 2014

CUATRO COSAS...

Por: Nicanor Alfredo Camacho Núñez
Artículo publicado en primicia y exclusivamente en la “Revista Imágenes” (Chepén) en su edición N° 27 del mes de diciembre de 2013. Publicación mensual y regional porque circula en varias provincias de los departamentos de La Libertad, Lambayeque y Cajamarca, la misma que es dirigida por el Sr. Hernán Baltazar Suárez Vásquez y en donde –además de “Escritor”– soy el responsable de la "Corrección Gramatical” de gran parte de dicha revista.
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“Hay cuatro cosas que nunca más vuelven: una bala disparada, una palabra hablada, un tiempo pasado y una oportunidad desaprovechada
–Proverbio  Árabe–

Si le preguntas a un fracasado qué es el éxito, lo más probable, te dirá: es una cuestión de suerte. Pues bien, el éxito es la relación intrínseca entre la oportunidad y el estar preparado. Si no estamos preparados para algo y se nos presenta la oportunidad, simplemente la veremos pasar boquiabiertos  –como es común en la mayoría de nosotros– y nada más. Pero si nos hemos preparado para algo y se nos presenta la oportunidad, o mejor dicho la buscamos, simplemente la vamos a aprovechar. Por eso es que el mediocre y el fracasado, al no tener el valor ni la hidalguía de reconocer el éxito ajeno, se limitan a justificarse a sí mismos (y no ante otros) que el éxito es pura suerte; nada más estúpido. Es que, en estos casos, el éxito ajeno reta, desafía, duele ¿No lo has sentido alguna vez? De ahí que para muchos nos incomoda.

“No hay premios ni castigos, solo consecuencias”
–Anónimo–

El prepararse para algo que uno desee o necesite es la mejor forma de evitar desperdiciar oportunidades en la vida, no hay otra manera. Con esto de preparación, no me refiero únicamente a universitaria; hablo de preparación en general, sin adverbios ni adjetivos calificativos. La preparación que tú consideres conveniente, cualquiera sea la índole.

“Es tu ACTITUD y no tu APTITUD la que determina tu ALTITUD”
–Albert Einstein–

Por eso es que para muchos –repito– el éxito ajeno duele, porque les significa un reto o un desafío, y al no haberse preparado para algo que el amigo sí lo estuvo y encontrando la oportunidad la aprovechó inexorablemente… Pues, el que no pudo o no quiso prepararse se engañará diciendo ante todo el mundo que “el amigo ha tenido suerte”. Es la manera más fácil, y hasta cobarde, de conformarse o justificarse a sí mismo la poca capacidad o valor para hacer algo.

“Nos engañamos al considerar que la muerte está lejos de nosotros, cuando la mayor parte de ella ya ha pasado, porque todo el tiempo transcurrido sin aprovecharlo pertenece a la muerte”
–Lucio  Anneo  Séneca–

Así que la próxima vez que veas a alguien tener algún éxito, ten muchísimo cuidado de no decir: ¡Qué suerte ha tenido el fulano! Pues es tu ego –ubicado en la subconsciencia– el que te hace decir conscientemente tal aberración y no reconocer su gran labor. Esta es una de las tantas maneras en que nuestro ego nos hace para engañarnos y no sentirnos tan mal ante alguien que consiguió un éxito y que tú no lo has logrado. Por lo tanto, preparémonos simplemente. Preparación para todo, ya que una bala disparada, una palabra hablada, un tiempo pasado y, sobre todo, una oportunidad desaprovechada nunca más vuelven; salvo mejor parecer.

“Cuenta los días de tu vida, y verás cuán pocos y desechados han sido los que has tenido para ti”
–Lucio  Anneo  Séneca–

viernes, 10 de enero de 2014

PENSAMIENTOS DEL MES

MEDIOS DE COMUNICACIÓN:
“Y entonces, habiendo sido privados de la cercanía de un abrazo o de una mesa compartida, nos quedarán los medios de comunicación".
-Ernesto Sábato-

ADMIRACIÓN:
“Haz de manera que seas tú admirado y no lo que te pertenece”.
-Juvenal-

AMOR:
“El amor encontrará su camino, incluso a través de lugares donde ni los lobos se atreverían a entrar”.
-Lord Byron-

ILUSIONES:
“La ilusión por la vida nos hace soportar la proximidad de la muerte”.
-Ana María Matute-

SUEÑOS:
“Puedes decir que soy un soñador, pero no soy el único. Espero que algún día te unas a nosotros y el mundo vivirá como uno solo”.
-John Lennon- 

domingo, 5 de enero de 2014

¿SABÍAS QUE...?

El antiguo calendario romano tenía diez meses, desde marzo hasta diciembre, seis de treinta días y cuatro de 31 días, lo que daba un total de 304 días, más un lapso invernal de unos sesenta días durante el cual no se registraba la fecha.

Según la tradición, el segundo rey de Roma, Numa Pompilio, estableció en el siglo VIII a. de C. los meses de enero y febrero. 

ENERO –en latín, Januarius–, con 31 días, fue creado en homenaje al dios Jano, representado con dos caras, que regía las entradas y los comienzos, y pasó a ser el primer mes del año, desplazando a marzo. Se cree que la medida haya obedecido al hecho de que los cónsules se elegían en enero. 

En bajo latín hispánico se llamó janairo, luego en lengua romance janero y finalmente enero. En portugués se asentó janeiro, en inglés january, en francés janvier, en italiano gennaio.