domingo, 25 de noviembre de 2018

¿IGUAL O DESIGUAL? TÚ LO DEFINES

Hace dos semanas (domingo 11 de noviembre) escribí un artículo titulado “AERÓBICO Y ANAERÓBICO” en donde –entre otras cosas– decía que todo en el mundo o en la vida es lo mismo y a la vez no es lo mismo, que depende de cada persona de qué perspectiva desee verlo. Debido a eso, mucha gente me ha refutado en privado y tenazmente, pero lo más curioso es que lo han hecho sin ninguna clase de fundamento. No obstante, ha habido algunas personas muy cultas o instruidas que sí lo hicieron con el debido fundamento y cordura. Esas personas instruidas me han pedido gentilmente que mencione algunas cosas más sobre las igualdades o diferencias que hay, especialmente entre hombre y mujer. Para todas esas personas educadas, con algunos ejemplos más, me voy a tomar la paciencia de responderles de la manera más simple y sencilla.

Cuando la ciencia se refiere al género humano lo hace como “el hombre”, incluye a ambos sexos. Pues todos somos “homo sapiens” (en latín), u hombres sabios (en español). Todos (hombres y mujeres) tenemos dos gónadas que producen unos gametos o células reproductoras. Las gónadas masculinas (testículos) producen los gametos llamados espermatozoides o células espermáticas. Las gónadas femeninas (ovarios), producen un solo gameto o célula reproductora llamada óvulo. Cuando un gameto masculino (espermatozoide) y otro femenino (óvulo) se unen en el vientre femenino, se origina el cigoto, luego el embrión, luego el feto y finalmente un ser humano; todo esto en un lapso de nueve meses.

Las gónadas, tanto masculinas como femeninas, producen una hormona llamada testosterona. Las gónadas femeninas u ovarios producen 10 veces MENOS testosterona que las gónadas masculinas o testículos. Es decir, tanto hombres como mujeres tenemos testosterona. Hasta aquí todo es lo mismo y a la vez no es lo mismo ¿verdad?

Los prefijos “ova”, “ovo” se refieren a huevo. Por tanto, ovario viene de huevo, es decir, las mujeres también tienen huevos, sino que los llevan adentro, a diferencia de los hombres que lo llevamos afuera. Las mujeres son hombres de sexo femenino y los varones son hombres de sexo masculino; todos somos hombres, es el género humano.

Los hombres tenemos glándulas mamarias al igual que las mujeres, la diferencia es que a nosotros no se nos desarrolla y a ellas sí. Tanto hombres como mujeres tenemos 207 huesos y 275 pares de músculos esqueléticos. En las caderas, los huesos llamados pelvis son iguales en hombres y mujeres, y a la vez se diferencian en que ellas los tienen más separados que los hombres. Esto debido a que cuando salen en estado de gestación ese espacio dé lugar al feto; por eso también son más caderonas que los hombres, pero el esqueleto sigue siendo el mismo.

La corriente eléctrica y los radicales libres son lo mismo y a la vez NO; veamos. Uno coge, por ejemplo, un pedazo de metal (materia inerte) y por medios mecánicos lo destruye. Quedan unos trocitos pequeñísimos similares a los granitos de arena; estos son las partículas y las podemos ver a simple vista. Cogemos una partícula y por medios químicos la destruimos y quedan partecitas diminutas llamadas átomos. A estos los vemos a través de un microscopio. Dentro de este átomo hay unos componentes aún más diminutos. En el centro del átomo está el núcleo, que contiene otros más minúsculos llamados neutrones y protones. A su alrededor del núcleo, y girando indefinidamente, hay otros componentes que se llaman electrones. Cada átomo tiene varios electrones girando alrededor suyo, dentro de su propia órbita. Cada órbita puede tener dos, cuatro seis o más electrones (siempre son pares). Cuando se le aplica presión (en este ejemplo materia inerte) se produce una fuga de algunos electrones y salen disparados (300 mil Km/seg) a otras órbitas de otros átomos vecinos dentro de la misma partícula. A este paso de electrones de una órbita a otra se le conoce con el nombre de corriente eléctrica (la corriente eléctrica es el flujo de electrones de un lugar a otro a través de un conductor).

Este mismo fenómeno también sucede en la materia viva. Cuando sale disparado un electrón de su órbita de origen queda un número impar, va a formar otro número impar en la nueva órbita donde se alojará de otro átomo. En la materia inerte, repito, se llama corriente eléctrica, pero en la materia viva a este mismo fenómeno se le llama “radicales libres” (al número impar de electrones), los cuales producen deterioro en las células donde pertenecen causando el envejecimiento. Estos radicales libres se reducen un poco con los famosos “antioxidantes”.

En la materia viva, un grupo de átomos crean una molécula y no una partícula. Un grupo de moléculas constituyen una célula. Un grupo de células forman un tejido. Un grupo de tejidos hacen un órgano. Un grupo de órganos organizan un sistema o aparato, un grupo de sistemas o aparatos forman un ser vivo, sea animal o persona. Repito: todo es lo mismo y a la vez no es lo mismo.

Tanto en la materia viva como inerte, todo esto del átomo con sus componentes internos (núcleo y electrones en sus respectivas órbitas) es a nivel “micro” y es exactamente lo mismo a nivel “macro”; es decir, el Sol (núcleo) y sus planetas (electrones), en donde la partícula vendría a ser todo el sistema solar. Todo esto (tanto a nivel “macro” y “micro”) es exactamente lo mismo a nivel “nano” (lo ínfimo).

Desde el colegio me hablaron los profesores de Química sobre el “CHON”: “C”arbono, “H”idrógeno, “O”xígeno y “N”itrógeno. Estos cuatro elementos químicos están presentes en absolutamente todo lo que nuestros ojos pueden ver. Con respecto a los macronutrientes (proteínas, carbohidratos y grasas) son exactamente lo mismo en su constitución básica. Por ejemplo, las proteínas tienen carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno (por eso se dice que son sustancias nitrogenadas). Los carbohidratos y grasas tienen solamente tres: carbono, hidrógeno y oxígeno. La forma cómo hacen sus enlaces químicos es lo que varía entre carbohidratos y grasas.

En el gimnasio “Malka” –donde trabajo– siempre les hablo a algunos clientes sobre este y muchos otros temas, porque no es cuestión de que el cliente solamente levante las pesas como animales o bailotee en los “steps” como zombis sin ningún tipo de conocimiento; evidentemente, esto es únicamente para los que valoran la información y el conocimiento, y nadie más.

Con estos brevísimos ejemplos, espero haber satisfecho algunas inquietudes de esas personas cultas que me pidieron que escriba algo más sobre esta igualdad y desigualdad a la vez. Pues, modestamente, podría escribir algunos tomos sobre este tema.

Consultor Fitness y Corrección Gramatical
Nicanor Alfredo Camacho Núñez
Máster en "Entrenador Personal", "Nutrición Deportiva" y "Psicología Deportiva"
Diplomado en "Gramática, Redacción y Estilística"
+51 (044) 942305620 Móvil
consultorfitness63@gmail.com

domingo, 18 de noviembre de 2018

MR. CHEPÉN 1986

Justo en esta fecha (martes 18 de noviembre de 1986) gané el título provincial de físicoculturismo “Mr. Chepén 86” (absoluto). Fue una competencia en la “Plaza de Armas” de nuestra ciudad. En ese entonces recién había cumplido 23 años, y siete entrenando en el gimnasio “Malka” de Chepén. Siete años de entrenamiento con muchísima intensidad (no cantidad), mucha disciplina, mucha tenacidad, comiendo correctamente, etc.; es decir, un deportista de competición a carta cabal (amateur).

Sin necesidad de reírme ni burlarme de nadie, hoy en día veo a tantísimos jóvenes, de ambos sexos, entrenar de muy mala gana, con el celular en la mano, comiendo lo que sea (lo rico o placentero) y llevando una vida desordenada. A pesar de todas esas deficiencias, se sorprenden de por qué no progresan como es debido. Incluso, muchos de ellos usan anabólicos y anticatabólicos y, lo más deplorable aún, ni con esas “ayudas” desarrollan una masa muscular considerable.

No pretendo minimizar a nadie, pero después de 1986 no ha habido ningún otro Mr. Chepén que haya tenido una gran masa muscular junto a una buena simetría. Todos ellos han sido unos alfeñiques con varios dibujitos o adornitos por todo el cuerpo, sin una gran musculatura, incluso varios de ellos hasta asimétricos (sin mencionar el coeficiente intelectual); muchos de ellos usando anabólicos esteroides ¡Qué deplorable! Modestamente (según las estadísticas), hasta la fecha, soy el SEGUNDO físicoculturista más masivo y más destacado de la historia de Chepén sin usar los anabólicos esteroides. Y es precisamente por eso: «casi todos los físicoculturistas llevan un entrenamiento de muy baja intensidad o demasiada cantidad de ejercicios, comen lo que sea y llevan una vida muy desordenada». En esas condiciones, ni los anabólicos esteroides les ayudan. Por ello y, principalmente, debido a la poca autoestima y personalidad disminuida, no dudan en aplicarse esas “ayudas” (anabolizantes) que la ciencia médica no los recomienda.  

En esa época, cuando yo entrenaba, ya tenía el suficiente conocimiento y, sobre todo, la suficiente minuciosidad para precisar cuánto ejercicio hacer y cuánta comida ingerir, tanto fuera de temporada (época de volumen) como para competencia. Hoy en día, en mucha gente existe la creencia errada de que más es mejor y se sobreentrenan; que tal obsesión, pues no deja de ser un serio problema psicológico o emocional. Aquí, como estudioso de la gramática española, agrego que no es lo mismo pasión con obsesión, tenacidad con terquedad, dolor con sufrimiento, intensidad con cantidad, energizante con estimulante, etc., etc. Los primeros sustantivos están dentro de lo bueno o necesario; los segundos, dentro de lo malo o perjudicial. Todo aquel que atenta contra su salud o su vida, la ciencia médica lo considera un enfermo.

En ese entonces, no conocía al magnate y escritor japonés radicado en EE.UU., Robert T. Kiyosaki, pero aplicaba una premisa básica de él en mis entrenamientos y en toda mi vida, que años más tarde la veo en mi extenso recorrido literario: «Siempre le pido consejos a alguien que está o ha estado donde yo quiero estar». Estas palabras del magnate japonés siempre las tengo presente para todo. Pues es absurdo pedirle consejos a alguien que no tiene la autoridad moral ni cognoscitiva.

Por eso, siempre les recomiendo a mis clientes (hombres y mujeres) que se den lo mejor de sí mismos, que jamás se den sus sobras; con sobras no se consigue nada bueno en la vida. Les recomiendo que todo lo hagan con pasión (no obsesión), entusiasmo, inteligencia, minuciosidad, etc., ya sea estudio, trabajo, deporte, arte... Si yo me hubiera dado el tiempo que me sobraba, la energía que me sobraba, etc., jamás hubiera desarrollado esa musculatura ni hubiera sido Mr. Chepén ni, mucho menos, obtenido todos los títulos deportivos a nivel nacional que conseguí. De igual modo, les recomiendo que, además de cultivar lo físico, también lo hagan con el aspecto intelectual o cognoscitivo. Ya que me parece muy humillante ver a una persona (hombre o mujer) muy atractiva físicamente y con un intelecto muy reducido que se le nota a kilómetros cada vez que habla o escribe. Siempre les recomiendo que cultiven tanto el “hardware” como el “software”. Pues la vida y el mundo se caracterizan por esa dualidad, paridad o duplicidad de dos cosas o situaciones opuestas o antagónicas, y es el equilibrio de estas dos lo que hace la salud, éxito, felicidad, vida, etc.

Asimismo, siempre los insto a que todos ustedes también pueden lograrlo. Si yo lo conseguí una vez, tú también lo puedes obtener, incluso mucho mejor. Si lo hizo un ser humano [yo], todo el mundo lo puede hacer, inclusive mejor porque lo hizo una persona y no un dios. El problema de la gran mayoría es que no les gusta que les duela ni les incomode; es decir, lo quieren gratis o casi gratis, sin esfuerzo. 


domingo, 11 de noviembre de 2018

AERÓBICO Y ANAERÓBICO

Tanto en el gimnasio donde trabajo y durante la tarde del sábado 10 de noviembre en la Plaza Principal de Chepén –durante la realización del Zumbatón (aeróbicos)–, mucha gente me hace o me hizo la misma pregunta de siempre sobre qué es un entrenamiento aeróbico y qué es un entrenamiento anaeróbico. Sin ser profesor de ninguna especialidad, lo explicaré de la manera más breve y didáctica.

Debido a la Filosofía, desde hace muchos años conceptúo que todo en la vida y en el mundo es lo mismo y a la vez no es lo mismo; depende de cada persona de qué perspectiva decida verlo. En este caso, ejercicio aeróbico y ejercicio anaeróbico no son la excepción. De igual modo, estas dos palabras son adjetivos calificativos; por lo tanto, según la Real Academia de la Lengua Española, tienen que ir junto a un sustantivo: “bacteria aeróbica, bacteria anaeróbica”, etc.

Un ejercicio aeróbico es CUALQUIER actividad física que se realiza suavemente, sin interrupciones y por largos minutos; produce una gran agitación y optimiza el sistema cardiovascular. Aquí intervienen los músculos esqueléticos, PRINCIPALMENTE sus fibras o células rojas. En cambio, el ejercicio anaeróbico es, también, CUALQUIER actividad física, PERO se realiza en forma intensa, venciendo una resistencia, por brevísimo tiempo y en forma intermitente; optimiza el sistema muscular y produce dolor en el músculo ejercitado. Aquí intervienen los músculos esqueléticos, PRINCIPALMENTE sus fibras o células blancas.

Para que me entiendan mejor (desde hace años utilizo este ejemplo): El deporte del “Maratón” o carrera de fondo (resistencia cardiovascular) es una carrera lenta, pausada, ininterrumpida y por larguísimo tiempo (ejercicio aeróbico). Otra carrera, pero realizada en forma explosiva, intensa, desplegando el máximo esfuerzo y por brevísimo tiempo (ejercicio anaeróbico); me refiero al deporte de los “100 Metros Planos” (velocidad, que es sinónimo de fuerza). Las dos actividades son carreras (lo mismo). La forma cómo lo haga hace la diferencia. Nuestro organismo reacciona diferente en cada caso. Este principio se da en ABSOLUTAMENTE TODOS los miembros del Reino Animal, donde estamos incluidos. Por eso, siempre les digo a mis clientes que animales y personas somos iguales; sin embargo, ellos no razonan, nosotros sí (no somos iguales a la vez). Toda actividad aeróbica optimiza el sistema cardiovascular (corazón, pulmones, circulación sanguínea) y toda actividad anaeróbica optimiza el sistema muscular.

Como siempre lo he dicho en el gimnasio “Malka”, de los quinientos y tantos deportes que existen en el mundo, o son aeróbicos o anaeróbicos o una combinación de ambos. Sin embargo, siempre he visto a tanta gente tan iletrada, inculta y desinformada que se asombran o pretenden refutarme esta simpleza como si yo la hubiera inventado. Ni los científicos lo han inventado; ellos lo han descubierto.

En absolutamente toda actividad física (aeróbica o anaeróbica) intervienen los músculos esqueléticos, tanto sus células rojas como células blancas (es lo mismo). En la actividad anaeróbica –por ejemplo el deporte de los “100 Metros Planos”– se emplean PRINCIPALMENTE las fibras o “células blancas”, que son gruesecitas, menor cantidad de mioglobina, de contracción rápida, responsables de toda actividad anaeróbica, del tipo 2, se reclutan ante bajas repeticiones, etc. En cambio, en la carrera de fondo o “Maratón” por ejemplo, se emplean PRINCIPALMENTE las fibras o “células rojas”, que son delgadas, mayor cantidad de mioglobina, de contracción lenta, responsables de toda actividad aeróbica, del tipo 1, se reclutan ante altas repeticiones, etc., (no es lo mismo). Es decir, toda actividad física que realice la persona, o es una actividad aeróbica o anaeróbica; no hay nada más en la vida del Reino Animal (donde estamos incluidos).   

En la actividad aeróbica, el organismo utiliza PRINCIPALMENTE las células rojas, y en la actividad anaeróbica, PRINCIPALMENTE las células blancas. Por eso digo, todo es lo mismo y, a la vez, no es lo mismo. Depende de la persona de qué perspectiva quiera verlo.

Estos ejemplos son los que se refieren a lo más simple, porque hay muchas igualdades y, a la vez, diferencias más. Por ejemplo: en una actividad, el organismo emplea calorías de las grasas, en la otra, calorías de los carbohidratos. En una emplea glucógeno, en la otra, no. En una aparece como desecho ácido láctico, en la otra, ácido aláctico, En una aparece el reclutamiento de moléculas de sangre, en la otra, de moléculas de oxígeno, etc., etc.

P.D. Cualquier pregunta que tengas, utiliza este medio o mis correos electrónicos. Si deseas explicaciones muy detalladas, obviamente, emplea mi teléfono para concertar una cita.

Consultor Fitness y Corrección Gramatical
Nicanor Alfredo Camacho Núñez
Máster en "Entrenador Personal", "Nutrición Deportiva" y "Psicología Deportiva"
Diplomado en "Gramática, Redacción y Estilística"
+51 (044) 942305620 Móvil
consultorfitness63@gmail.com