domingo, 30 de agosto de 2015

¿EVOLUCIÓN O INVOLUCIÓN?

Artículo publicado en primicia y exclusivamente en la “Revista Imágenes” (Chepén) en su edición N° 36 del mes de agosto de 2015. Publicación mensual y regional porque circula en varias provincias de los departamentos de La Libertad, Lambayeque y Cajamarca, dirigida por el Sr. Hernán Baltazar Suárez Vásquez y en donde –además de “Escritor”– soy el responsable de la "Corrección Gramatical” de una parte de dicha revista.
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Por: Nicanor Alfredo Camacho Núñez
Muy bien sabemos que el siglo anterior se fue dejándonos un mundo globalizado y a la humanidad aparentemente en la cumbre de la evolución: internet, supercomputadoras, biometría, redes inalámbricas, celulares, reconocimiento de voz y realidad virtual son algunas de las tecnologías en ebullición. El futuro de la ciencia y la tecnología son impredecibles. La ciencia está desarrollando computadoras tan pequeñas que podrían ser parte de nuestro vestuario, y es posible que pronto un hombre se pose sobre la superficie de Marte. ¿Es esto evolución o involución? …Sigamos viendo.

No obstante de tener toda la ciencia y tecnología a nuestro alcance, en nuestra vida diaria tratamos de sobrevivir a la competencia y miedos de la globalización. Para explicarles mejor, voy a transcribir un relato que una vez vi en mi extenso recorrido literario, donde perfectamente nos da la esencia de lo que quiero llegar a decir: “Cada mañana en el continente del África una gacela se despierta. Ella sabe perfectamente que debe correr más rápido que el león más lento o morirá siendo su víctima. Cada mañana en el África un león se despierta. Él sabe perfectamente que debe correr más rápido que la gacela más veloz o morirá de hambreEn el África no importa quién eres: fuerte o débil, grande o pequeño; no interesa. Cuando sale el Sol, más vale que te pongas a correr o te mueres.

En nuestra vida habitual, eso es exactamente lo que hacemos: “desde que amanece el día estamos corriendo”. Pero lo deplorable aquí no es la carrera en sí, sino que corremos sin ningún sentido, sin ningún propósito, como locos; peor que los animales. Hemos podido ver que ellos corren con sentido o propósito definido: “unos escapando para no ser víctimas, y otros hacia sus presas”. Y tú  –sin ánimo de polemizar– ¿en qué dirección estás corriendo? ¿A qué dedicas tu tiempo libre? ¿Cómo aprovechas ese tiempo libre? En este mundo globalizado no interesa qué hagas, lo crucial es cómo lo hagas. No interesa el qué, sino EL CÓMO; para lo que sea (evidentemente, discerniendo entre lo bueno y lo malo, para ello déjate guiar por esos Principios Universales o Leyes supremas). Aplica esta premisa básica para todo en tu vida y deja de correr sin propósitos.

“En la Economía, las soluciones rinden más que los problemas; en la política, los problemas valen más que las soluciones”            
 –Nikolai Bukarin (economista y político soviético)–

La globalización que nos ha tocado vivir ha aumentado la cantidad de leones. Estamos inmersos en una desesperada carrera para que no nos coman, o buscamos ganar fuerza y capacidad para convertirnos en leones. Es una carrera fría, en donde a la mayoría de la gente no les interesa llegar a la meta por lo incompetentes y subnormales que son, sino meterle una zancadilla a nuestros semejantes, y listo; se dan por exitosos. ¡Qué deplorable! Una carrera que, por nuestra incompetencia y cobardía, nos genera miedos y nos hace mirar en forma cortoplacista solo en nuestro beneficio y a costa de otros; a esto le llamamos estúpidamente habilidad. Cuando se trata de subsistir con estas características, es muy difícil mirar más allá; simplemente nos comerán los leones de la globalización, tan igual que a una mansa gacela (no los alarmo, pero los expertos ya anunciaron al mundo que se viene la polarización).

Por tal motivo, ¡¿podemos hablar de evolución en un mundo de guerras y matanzas?!  ¡¿En un mundo en el que una gran parte de la población mundial muere de hambre?! ¡¿En un mundo en donde reina el miedo y el egoísmo?! ¡¿En un mundo en donde siempre están luchando por la supremacía o el poder?! ¡¿En un mundo en el que la gran mayoría solo ve su beneficio personal a costa de los demás?! ¡¿En un mundo en el que cada vez hay más gente con problemas psicológicos o emocionales?! ¡¿En un mundo en donde a la gran mayoría de mujeres se les ha metido la estúpida idea de igualdad de sexos?!  (¿Sabías que en nuestras células, los cromosomas XX son de la mujer y los cromosomas XY de los hombres? ¡De qué igualdad hablan!). Entonces, ¡¿hemos evolucionado como personas…?! No sé si tú serías la excepción.

“Todo el mundo sueña con sentirse superior poseyendo mucho o haciendo gala de lo sacrificado que es… Si nos quitáramos un poco de importancia a sí mismos, viviríamos más tranquilos”                    
 –Fernando Savater–

Para mí, la verdadera evolución del hombre viene “cuando desarrolla actividades por encima de sí mismo”; “cuando crece aportando (no regalando)”; “cuando deja de pensar solamente en su beneficio y se preocupa también por el prójimo”; “cuando se estima, se aprecia, se respeta y se valora a sí mismo” Solo así podrá dar a los demás respeto, consideración, estimación, reconocimiento, etc; pues, nadie da lo que no tiene. La evolución del hombre no radica en la tecnología ni en la ciencia, sino en su nivel de CONCIENCIA. Si por un momento todos los seres humanos nos dedicáramos a entregar amor en vez de pedir, reclamar o mendigar aprecio, admiración, reconocimiento, amor acabarían las guerras, injusticias, miedos y todas las estupideces existentes.

“Cuando me preguntaron por alguna arma capaz de contrarrestar el enorme poder de la bomba atómica, yo sugerí la mejor de todas: la paz”                        
–Albert Einstein–

La esencia del hombre es servir a su prójimo –basado en una necesidad de este, donde la consecuencia es la ganancia–, pero ¡lo hemos olvidado! Por lo tanto, olvídense de los derechos que no existen (excepto en la cabeza de los políticos para manipularnos, o precedido de una obligación o deber). Cualquier cosa que necesites MERÉCETELO, GÁNATELO. Tienes que aportar y aportar y aportar, como consecuencia de eso vas a ganar (para los subnormales: no confundir con “mendigar una migaja de atención, admiración o respeto”). El problema de la mayoría de la gente es la poca capacidad para ver qué, cómo y cuándo aportar; ya sabes, el resto viene por añadidura. Cuando no se tiene la capacidad para ver qué, cómo y cuándo aportar es cuando aparece la desesperación que nos hace pensar solo en nosotros, aun a costa de los demás (Canibalismo Social, del cual habla muy bien el filósofo “Federico Engels”).

“La falla de nuestra época consiste en que sus hombres no quieren ser útiles, sino importantes”                              
 –Winston Churchill–

¿Cómo empezar a cambiar el mundo para aceptar que estamos evolucionando? La única forma de cambiar el mundo es cambiando uno mismo y, dando el ejemplo; nada más. El resto no depende de ti ni de mí. Tampoco te vayas por la tangente y pienses que “eso no es mi problema”. Por la bendita globalización, todo nos repercute, directa o indirectamente; ya que nada es absoluto, todo es relativo. Entonces, ¿hemos evolucionado como siempre nos han dicho o estamos involucionando como personas?

“Tú debes ser el cambio que quieres ver en el mundo”        
–Mahatma Gandhi–

No estoy en contra de la ciencia ni de la tecnología, es más, abogo por ellas. Por tanto, ¿es buena o es mala? Depende de ti, del uso que les des; ahí está tu nivel de evolución o involución. Pero les advierto que, a la gran mayoría de la gente, los zapatos les quedaron muy grandes; por eso me atrevo a decir que estamos involucionando, salvo mejor parecer.

martes, 18 de agosto de 2015

¿SABÍAS QUE...?

La palabra "PLÉYADE" viene del griego pleiás, pleiadós ‘navegante’, proveniente de pleo ‘navegar’. Este nombre, las Pláyades, se adjudicó en el idioma español a la constelación estelar conocida también como las Siete Cabritas, en la región de Tauro en la eclíptica. 

En castellano, se nombró así a esa constelación desde el siglo XVI, pero en esa época los cenáculos literarios de Madrid recibieron la influencia de la Pléiade francesa, un conjunto de literatos brillantes encabezados por Pierre de Ronsard. Desde entonces, esta metáfora se aplicó a grupos de personas que brillan, especialmente en el campo de la literatura. 

martes, 11 de agosto de 2015

domingo, 2 de agosto de 2015

UN FUTURO NEGRO

Este es un artículo de mi autoría, publicado en primicia y exclusividad en la "Revista Avancemos" (Chepén) en su edición Nº 66 del mes de julio de 2015. Es una publicación mensual dirigida por el Sr. Julio César Angulo Quesquén, en donde –además de "Escritor"–, soy el responsable de la "Corrección Gramatical" de gran parte de dicha revista.
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Por: Nicanor Alfredo Camacho Núñez

“He aprendido que un hombre tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, solo cuando ha de ayudarle a levantarse”        
 –Gabriel García Márquez–

Nuevamente, como Entrenador del gimnasio Malka, voy a darles unos alcances personales: De ahora en adelante solo los estadounidenses de origen afro estarán en condiciones óptimas de competir con muchas posibilidades de éxito en las más grandes y diversas competencias deportivas del orbe. Igualmente, dentro de pocos años lo mismo ocurrirá en el campo femenino. Este racismo invertido viene a confirmar la excepcional superioridad física de la raza negra.

Cada vez son más en el mundo los deportistas negros que vienen destacando en las diferentes disciplinas deportivas. Su enorme superioridad genética no dejará espacio alguno para los deportistas blancos, a pesar de que desde hace siglos los negros fueron vistos como seres inferiores (¿inferiores en qué?).

Lo podemos ver, no hace muchos años, en los 100 y 200 Metros Planos el enorme predominio de los negros Carl Lewis y Ben Johnson. Por eso es que en los Estados Unidos de Norteamérica han llegado a un tamizado implacable al seleccionar a sus representantes en las más grandes competencias deportivas del mundo. En otras palabras: se ha convertido en una selección de razas, en donde la negra está ganando terreno cada vez más como ya lo estamos viendo. ¿A qué se debe esta superioridad genética excepcional de los negros? En mi opinión, simplemente a la evolución y selección.

COMENCEMOS POR LA EVOLUCIÓN: Según la ciencia, el homo sapiens inicia su evolución hace 15 millones de años como consecuencia de un acontecimiento geológico trascendental, la elevación de la costa a lo largo del borde oriental del continente africano que formó una profunda depresión conocida como el Gran Rift. Este trastorno geológico ocasionó que una parte de la selva africana se transforme en sábana, dando origen a nuevos ambientes naturales. Nuestros antepasados eran criaturas de selva, pero a diferencia de lo que ocurre con los actuales grandes monos antropomorfos, dejaron los árboles por el nuevo hábitat.

Este éxodo dio empuje al inmenso cambio evolutivo de nuestra especie. Al verse obligado por una vegetación de apreciable altura a adoptar una posición constantemente erguida para buscar sus presas y evitar los grandes carnívoros, constituyó el primer paso de nuestra historia. Desde entonces, el gran viaje del ser humano no se ha detenido nunca y ha dado origen a diversas razas, algunas de las cuales favorecidas por condiciones ambientales mejores, se han civilizado antes que otras y han pagado el precio en el plano fisiológico.

Lamentablemente, la raza blanca se ha degenerado: “las mejores condiciones de vida” y el sedentarismo nos están haciendo involucionar genéticamente. Es decir, conseguir una cabeza grande, un abdomen muy prominente, exceso de tejido adiposo, unas extremidades débiles y delgadas junto a un esqueleto y unos músculos atrofiados. Es imposible pensar que con este material humano se pueda –inclusive con el doping y toda la ciencia– conseguir grandes posibilidades de éxito en las más grandes competencias deportivas del orbe. La raza negra, en cambio, parece haber permanecido en el aspecto biológico unos tres mil años atrás, lo cual supone, en cierta medida, como si todos nosotros retrocediéramos a lo que éramos en la época de las pirámides.

AHORA VEAMOS LA OTRA CAUSA, LA SELECCIÓN: una predeterminada selección de sus progenitores llevados como esclavos a los Estados Unidos de Norteamérica y el sucesivo y continuado cruzamiento con otras razas. Hace ya varios siglos, los negreros capturaron y redujeron a esclavos solo los individuos más sanos y fuertes de la población africana. El viaje hacia a América constituyó una ulterior y durísima selección, y en último término, tenemos que los esclavistas hicieron que se aparearan y copularan los de mejor constitución física, exactamente a como se hace con la cría de animales hoy en día. Esta introducción de ADN nuevo y diferente, indudablemente, enriquece y mejora la especie.

“El ruiseñor se niega anidar en la jaula para que la esclavitud no sea el destino de sus crías”
–Epícteto de Frigia–

En el ámbito netamente deportivo, las características vencedoras de los negros las puedo resumir en cinco puntos:

1.- Una estructura ósea bellísima y potente. Las clavículas son de gran amplitud, dando anchura natural a los hombros, mientras que la pelvis (caderas) es estrecha. Las extremidades son largas y la caja torácica bien proporcionada. La densidad ósea es enorme, y las reducidas y fuertes articulaciones parecen hechas a propósito para favorecer la presencia de grandes y fuertes músculos. El cráneo es pequeño, lo cual da una apariencia aún mayor a la musculatura esquelética, por el contraste.

2.- Músculos constituidos de modo prevaleciente por fibras blancas, que son las más fuertes y explosivas con respecto a las fibras rojas. El vientre muscular es largo y, con frecuencia, supera la longitud del segmento óseo que recubre, mientras que el tendón abdominal se presenta corto y robusto.

3.- El equilibrio hormonal representa la diferencia más marcada. El sistema endocrino, el sistema nervioso y el sistema inmunitario, que se hallan estrechamente vinculados entre sí, aparecen íntegros y muy fuertes. Por lo tanto, los negros se hallan dotados de una fuerza muscular, resistencia muscular y una resistencia cardiorrespiratoria excepcional, así como un metabolismo muy superior al de los blancos.

4.- A la belleza exótica de sus facciones, fruto de cruzamientos con indoeuropeos y mestizos, se une un gran sentido del ritmo y del espectáculo. Se trata también, en este caso, de dotes innatas y primitivas que ayudan en el terreno de las competiciones físicoculturistas.

5.- Por último, pero no menos importante, debe ser tomado en consideración el fuerte deseo y la gran voluntad de salir de ese supuesto “submundo” en donde le hemos colocado los blancos. Por todo ello, debemos tener en cuenta que –al menos en el Físicoculturismo– esta supremacía ya ha sido alcanzada. Pues recordemos al reciente Ronie Coleman como también a Sergio Oliva, los dos más grandes negros de la historia físicoculturista, literalmente imposible de superar sus records deportivos.

Entonces, es exactamente así, y a pesar del dolor de muchos blancos: EL FUTURO SERÁ NEGRO, salvo mejor parecer.