¿Sabían que
hay frases u oraciones que siempre tienen el mismo significado, muy al margen
de que lo leamos de izquierda a derecha o de derecha a izquierda? Igual sucede
con algunas cifras numéricas. Es decir, sin importar por qué lado las miremos,
siempre van a ser iguales.
¿Has notado alguna vez que un número es
igual de atrás hacia adelante?; por ejemplo:
“1221”. ¿O quizás una frase que, organizando las letras de la última a la
primera, mantenga el mismo sentido?; por ejemplo: “Oso Baboso”.
Estos curiosos casos se llaman capicúas
(cuando son con números) y palíndromos (cuando son con letras).
La palabra “capicúa” es originaria de la
lengua catalán –el
idioma de Cataluña– “cap i cua”, que significa
“cabeza y cola”; quiere decir que tanto el inicio como el final son iguales.
Si bien existe una diferenciación entre
los conceptos, no es considerado un error utilizarlos como sinónimos.
La magia de la suerte
en números:
Con el paso del tiempo, se le ha
atribuido a las capicúas el carácter de la buena suerte, por lo que muchos
coleccionan los billetes o boletos cuyo número serial sea igual de un extremo a
otro o viceversa.
Del mismo modo, en algunas culturas
cuando el reloj marca una hora igual en los dos extremos, significa que alguien
está pensando en ti; por ejemplo: 2:42, 9:19, 3:23, etc.
Operaciones
matemáticas con capicúa:
Hay operaciones matemáticas que dan como
resultado números en palíndromo:
11x11=121. 111x111=
12.321
111x111x111x111x111x111= 12.345.678.987.654.321.
Aquí tienes una lista
de frases y palabras que son exactamente iguales al derecho y al revés:
“Amor a Roma”. “A ti no, bonita”.
“Oso Baboso”. “Se van sus naves”. “Eva usa rímel y le mira suave”. “Yo
hago yoga hoy”. “Ella te da detalle”. “Atar a la rata”. “Arepera”. “Ojo”. “Reconocer”.
“Somos”. “Anita lava la tina”.
He aquí una de las más
largas:
Adivina ya te opina, ya ni
miles origina, ya ni cetro me domina, ya ni monarcas, a repaso ni mulato
carreta, acaso nicotina, ya ni cita vecino, anima cocina, pedazo gallina,
cedazo terso nos retoza de canilla goza, de pánico camina, ónice vaticina, ya
ni tocino saca, a terracota luminosa pera, sacra nómina y ánimo de mortecina,
ya ni giros elimina, ya ni poeta, ya ni vida.
