sábado, 29 de octubre de 2011

ADQUISICIÓN DEL LENGUAJE DIGITAL

El aprendizaje de un idioma es complicado. Hablarlo con fluidez, cuestión de tiempo, pero el acento siempre delata al extranjero. En 2001 el académico Mark Prensky acuñó los términos de «nativos» e «inmigrantes digitales» para ilustrar la forma de quienes tienen integrado el lenguaje digital desde la cuna, y a los que les viene como un idioma impuesto al que se tienen que adaptar para sobrevivir. Umberto Eco también hizo particular clasificación entre «borrachos», «abstemios» o «catadores» para definir la actitud frente a la innovación como patología, miedo o desafío. Desde entones, los esquemas laborales han cambiado, pero la reacción ante la novedad sigue siendo la misma. La tecnología ha transformado la jornada laboral y la adaptación a este nuevo lenguaje digital provoca sentimientos encontrados que definen nuevas patologías relacionadas con el trabajo.
El tecnoestrés ha llegado a la sociedad de la multitarea y se asienta entre los que ponen resistencia a los cambios. La tecnología se convierte para ellos en fuente de ansiedad por la falta de habilidades para asimilar las nuevas herramientas. Sienten que han llegado tarde a la era digital, y comparten una fobia tecnológica que los paraliza. Los afectados por este síndrome suelen ser trabajadores de mediana edad obligados a reciclarse en el trabajo. Ante la incompetencia que sienten, desarrollan ansiedad, depresión, inseguridad, insomnio o dolores de cabeza.
El catedrático de Psicobiología de la Universidad de Murcia, José María Martínez Silva, ha publicado recientemente el libro Tecno-estrés. Ansiedad y adaptación a las nuevas tecnologías en la era digital, en el que define el malestar que desarrollan distintos profesionales en su proceso de educación digital a través de casos reales. Digresiones telefónicas con centralitas automatizadas, la adaptación a un nuevo software o la asimilación a los gadjets tecnológicos les causan una irritabilidad difícil de canalizar.
Pero el tecnoestrés tiene su reverso en los tecnoadictos, aquellos que tratan de ganar la carrera a la innovación y se frustran si no tienen el «último modelo». Han establecido una frontera tan débil entre la jornada laboral y el ocio que en cualquier momento se diluye, para «ganar tiempo», incluso en vacaciones. El descanso queda interrumpido vía «bandeja de entrada» por la dependencia al trabajo. Así, la disponibilidad permanente facilita las gestiones pero muchas veces dificulta el rendimiento y la vida familiar.

Cómo afrontarlo:
Martínez Silva recomienda «siestas digitales» para conseguir desconectar. «Organizarse mejor, haciendo actividades que no tengan relación con estas adicciones y «cambiar los hábitos», sin dejarse invadir por las nuevas tecnologías, son pautas recomendables que pueden comenzar en vacaciones.

La jornada laboral se dificulta muchas veces por la lentitud de la red, la caída del sistema o la invasión de mensajes no deseados. Las tareas que se realizan a la vez son muchas, lo que puede provocar expectativas irreales sobre la velocidad de llevarlas a cabo. Ante la frustración que causa muchas veces la tecnología, hay que establecer prioridades para conseguir y facilitar la integración del «inmigrante» dentro del escenario digital.

martes, 25 de octubre de 2011

sábado, 22 de octubre de 2011

LA PALABRA DEL MES: "UEBOS"

Que los huevos los ponen las gallinas es algo que cualquier niño sabe. Y cuando crece un poco, comprende que las demás aves también los ponen, y en la adolescencia se entera de que los huevos de las aves son el equivalente de los óvulos de las hembras de los mamíferos, la mujer incluida, por supuesto. Sin embargo, cualquier adulto medianamente letrado se espanta ante la palabra uebos, que salta a la vista con su estrafalario aspecto de falta ortográfica imperdonable. No obstante, el diccionario académico de la Real Academia de la Lengua Española (DRAE) nos informa que se trata de un sustantivo arcaico que significa "necesario", y que proviene del latín opus (necesidad).

El que sigue es uno de los cinco solitarios ejemplos que aparecen del uso de esta palabra, el más reciente de los cuales data del año 1297:
Quantos nunqa venién, de qualquier malatía,
éstos eran cutiano e muchos cada día,
untávanlos con ello, e avién mejoría,
nunqa lis era uebos buscar otra mengía.

(Cuántos venían en cualquier momento, por cualquier enfermedad, éstos eran cotidianos y muchos cada día untábanlos con ello y experimentaban mejoría nunca les era necesario buscar otro remedio).
El diccionario académico pone como ejemplos "uebos me es" (me es necesario), "uebos nos es" (nos es necesario) y "uebos auemos" (tenemos necesidad), lo que indica que tanto puede ser sustantivo —como quiere el Diccionario— como adjetivo.

Lo difícil para mí es entender para qué esa obra (en mi modesta opinión tan mediocre) que es el DRAE alberga palabras que ya no se usan desde hace más de siete siglos y por qué es tan lerdo el DRAE para incluir acepciones actuales de uso cotidiano.

domingo, 16 de octubre de 2011

PENSAMIENTOS DEL MES

VERDAD
“En una época de engaño universal decir la verdad es un acto revolucionario”
-George Orwell-

VERDAD
“La verdad no siempre es bonita, pero el hambre de ella sí”
-Nadime Gordimer-

LEYES
“La ley es inexorable, como los perros: no ladra más que al que va mal vestido”
-Pío Baroja-

DINERO
“El dinero siempre está ahí; sólo cambian los bolsillos”
-Gertrude Stein-

PALABRAS
“Si todo pudiera explicarse mediante la palabra, tarde o temprano acabaríamos con el mundo”
-Henry Moore-

sábado, 8 de octubre de 2011

PANTAGRUÉLICO

El escritor y religioso francés François Rabelais (1494-1553) fue autor de una novela satírica, también calificada como epopeya cómico-heroica, en la que criticaba con buen humor el estancamiento de la civilización durante el período medieval e, inspirado en los ideales clásicos, enaltecía a la naturaleza.

En los dos primeros tomos, el tema humorístico de esta obra se basa en el apetito insaciable de tres gigantes: Pantagruel, su padre Gargantúa y su abuelo Grandgousier. En una de las aventuras de Pantagruel, su compañero Epistemos es decapitado, pero cuando Pantagruel vuelve a ponerle la cabeza en su lugar, el decapitado resucita y cuenta que estuvo en el infierno, donde había encontrado a todos los Papas y a todos los héroes de la historia.

A partir del nombre de Pantagruel, se formó en Francés el adjetivo pantagruélique, que en el siglo XX entró en nuestra lengua española como pantagruélico, aplicado a fiestas y banquetes en los que se come y bebe demasiado.

domingo, 2 de octubre de 2011

PÍLDORAS GRAMATICALES

Proactividad no existe en el diccionario Español. ¿Qué significado tiene?

Hay muchas palabras que no figuran en los diccionarios de nuestra lengua que son siempre inventos incompletos de algunas regiones por su propia naturaleza.

“Proactividad” procede del Latín y está compuesta por dos palabras: el prefijo latino “pro” que significa a favor de, en vez de y “actividad”, que significa eficiencia de obrar, diligencia, eficacia. Actividad viene de la raíz latina: activitas, activitatis.

Viktor Frankl, un neurólogo y psiquiatra austriaco que sobrevivió a los campos de concentración nazis en la Segunda Guerra Mundial, introdujo este término en su libro “Man's Search for Meaning” (El hombre en busca de sentido, 1946). Es una actitud en la que el sujeto u organización asume el pleno control de su conducta de modo activo, lo que implica la toma de iniciativa anticipándose en el desarrollo de acciones creativas y audaces para generar mejoras, haciendo prevalecer la libertad de elección sobre las circunstancias del contexto.