viernes, 31 de enero de 2020

¿SABÍAS QUE...?

¿“EN PRIMERA PERSONA” O “EN PERSONA”?
‘En primera persona’ no es lo mismo que ‘en persona’ Otra expresión que se ha puesto muy de moda es en primera persona. A la gente le gusta mucho, a juzgar por la cantidad de veces que la oigo en la radio y en la televisión, además de leerla en la prensa.

No hay que confundir en persona con en primera persona. En persona es una locución adverbial que significa 'por uno mismo o estando presente' (DRAE). El Diccionario fraseológico documentado del español actual, de Manuel Seco, Olimpia Andrés y Gabino Ramos (Aguilar), la define así: 'realmente o directamente, no por representación o mediación de alguien o algo'.
La primera persona se refiere a la persona gramatical que emplea un narrador en su relato. Veamos lo que dice el DRAE (los paréntesis son míos):
• primera persona. Gram. La que designa, en el discurso, a quien habla (yo, nosotros/as).
• segunda persona. Gram. Aquella a quien se dirige el discurso (tú, vos, usted, vosotros/as, ustedes).
• tercera persona. Gram. La que designa, en el discurso, lo que no es ni primera ni segunda persona (él, ella, ello, ellos/as).

En narrativa, se usa la primera persona cuando un personaje cuenta una historia, real o ficticia, refiriéndose a sí mismo, ya sea en singular o en plural. Es lo que se suele llamar «la voz del relato». Junto con el tiempo verbal que se va a emplear en el texto, escribir en primera persona, en segunda o en tercera es una de las decisiones más importantes que un escritor debe tomar para que la historia tenga credibilidad y enganche al lector.
«Nunca se sabrá cómo hay que contar esto, si en primera persona o en segunda, usando la tercera del plural o inventando continuamente formas que no servirán de nada. Si se pudiera decir: yo vieron subir la luna, o: nos me duele el fondo de los ojos, y sobre todo así: tú la mujer rubia eran las nubes que siguen corriendo delante de mis tus sus nuestros vuestros sus rostros. Qué diablos». Julio Cortázar. «Las babas del diablo», del libro de cuentos Las armas secretas (1959).


Cuando algo afecta a uno mismo o tiene un contacto personal, es obvio que uno lo vive o lo hace por sí mismo o estando presente; esto es, en persona, no en primera persona. Si nos toca vivir algo, necesariamente debe ser en persona. Por tanto, dejemos la primera persona para los textos narrativos y vivamos la vida loca, como dice la canción. Aunque en estos tiempos habrá que vivirla como nos dejen.

sábado, 25 de enero de 2020

INFINITIVO DE GENERALIZACIÓN

¿Recuerdan las películas de Tarzán en los televisores blanco y negro? ¿Se acuerdan cuando ahí decían más o menos así? “Tarzán estar en el río”, “Jane estar enferma”, “Hombre blanco ser hombre bueno”, “Tarzán matar culebra”, etc.

Aunque les parezca extremadamente chocante, hoy en día con mucha frecuencia veo en mi extenso recorrido literario algo tan deprimente (desde el punto de vista lingüístico), y es el usar los verbos en infinitivo simple como verbo principal de una oración.

El infinitivo de generalización ha llegado a convertirse en una de las construcciones más usadas en los medios de comunicación hablados. Lo emplean periodistas, presentadores, conferenciantes, locutores de radio, políticos, e incluso escritores y profesores. Aunque en menor número, también podemos encontrarlo en textos escritos. Seguro que habrán tenido ocasión de comprobar que es otra absurda moda lingüística muy extendida.

A este infinitivo lo han bautizado de diversas formas: infinitivo introductorio, infinitivo introductor, infinitivo de generalización, infinitivo de cierre, infinitivo enunciativo, infinitivo radiofónico, infinitivo fático, infinitivo como verbo principal o «tarzanismo», etc. El nombre que más me gusta es este último. No es normativo, claro, pero es el más simpático para mí. Este divertido término es una acertada invención del filólogo riojano Rubén Pérez Negueruela, y a quien le he leído varios de sus libros.

El infinitivo de generalización muchos lo utilizan como verbo principal de una oración, sin que se apoye en ningún otro verbo conjugado. Por ejemplo: *DECIRLES que la reunión ha sido un éxito; *Por último, AGRADECER la colaboración de los informáticos; *Sobre este asunto, AÑADIR que la empresa subirá los salarios en breve; *En el apartado que nos ocupa, INSISTIR en la fecha límite del proyecto. Sin necesidad de burlarme de nadie, pero me hacen acordar a las películas de Tarzán.

En todos los ejemplos anteriores se está elidiendo o suprimiendo el verbo principal, por eso son oraciones incompletas; gramaticalmente incorrectas. El infinitivo (todos los que están con mayúsculas) NUNCA debe usarse como verbo principal de una oración.

Estas son algunas opciones correctasQuiero DECIRLES que la reunión ha sido un éxito; Por último, me gustaría AGRADECER la colaboración de los informáticos; Sobre este asunto, cabe AÑADIR que la empresa subirá los salarios en breve; En el apartado que nos ocupa, es importante INSISTIR en la fecha límite del proyecto.

No hay que confundir el infinitivo de generalización o «tarzanismo» con el infinitivo nominal, que es correcto y realiza la función de sustantivo en una oración: El CAMINAR del gato me resulta elegante; Este continuo SUFRIR es insoportable.

También es correcto el infinitivo verbalLLEGAR a un acuerdo con ella solucionaría el problema; DECIR que el caballo tiene cuatro patas es una obviedad.

En general, quienes echan mano del «tarzanismo» dicen que lo hacen por economía del lenguaje y porque prefieren elaborar un discurso impersonal o de generalización. Sin embargo, creo que muchos lo emplean por puro desconocimiento, siguiendo, como digo, una absurda moda lingüística más.

Debemos eliminar esta mala costumbre del empleo tan desafortunado del infinitivo («tarzanismo»), que empobrece nuestra lengua y denota un gran descuido e ignorancia en el buen uso de nuestro idioma.

CONSULTOR FITNESS Y CORRECCIÓN GRAMATICAL
Nicanor Alfredo Camacho Núñez
Máster: "Entrenador Personal", "Nutrición Deportiva" y "Psicología Deportiva"
Diplomado en "Gramática, Redacción y Estilística"
+51 (044) 942305620 Móvil
consultorfitness1211@gmail.com
nicanorgramati@gmail.com
Chepén-La Libertad

martes, 14 de enero de 2020

PRIMER AÑO, BAJO MI DIRECCIÓN, DE MI SEGUNDA MEJOR TARJETA DE PRESENTACIÓN


El lunes 14 de enero del año 2019 a las 10.00 a.m. comenzaste a entrenar bajo mi dirección. Eso fue a pedido tuyo, Patty, y la aprobación del dueño del gimnasio Malka. Ha transcurrido exactamente un año y por ese motivo permíteme hacer algunas remembranzas o cometarios.

Acepté ser tu “entrenador personal” y darte un “asesoramiento holístico o integral”, porque ya te había observado en los dos meses anteriores que entrenaste aquí –por tu propia cuenta– que tenías una gran capacidad de tolerar el dolor físico, característica IMPRESCINDIBLE para entrenar intensamente en esta disciplina deportiva y ser una DEPORTISTA.

Como tú lo sabes, Patty, la carencia de esa característica elemental es el motivo principal de por qué no entrenan intensamente la gran mayoría de gente (hombres o mujeres) que van a los gimnasios del país. Evidentemente, tener esta característica no hace a la persona superior ni inferior (por ese y otros motivos no la llamo cualidad ni virtud). Dicho de otro modo, no todas las personas que van a los gimnasios son deportistas. Ser deportista (físicoculturismo o fitness) comienza con la característica básica de tener una gran capacidad de tolerancia al dolor para poder entrenar intensamente, además de comer correctamente, ser metódico, ser disciplinado, disponer del suficiente tiempo y energía para la anabolización óptima, entre otras características más.

Según las estadísticas de la «Federación Nacional de Físicoculturismo y Fitness» y del «Ministerio de Salud», hoy en día, un aproximado del 90 % de gente que vemos en los gimnasios del Perú va por algún problema de salud físico o psíquico. El 6 % se dedica a entrenar con cierta regularidad (deportistas aficionados) y apenas el 4 % restante (deportistas serios) se dedica cabalmente a la práctica de este deporte. De este 4 %, un máximo de la mitad (1 a 2 %) se dedica a las competencias. En el caso tuyo, Patty, estás dentro de ese 4 % de deportistas serios, sino que jamás te interesó competir por lo plagadas de anabólicos y anticatabólicos que están las competencias de físicoculturismo y fitness de hoy.

Antes de que yo me hiciera cargo de tu preparación holística o integral, ya habías entrenado desde unos ocho años atrás (2011) con muchos entrenadores en varios gimnasios de las ciudades de Chepén, Guadalupe, Pacasmayo, Tocache, Tingo María e, incluso, Chiclayo. Repito, fue por iniciativa tuya que decidiste confiar en  mí y, por ende, darme la autoridad para asesorarte; de lo contrario, no lo hago con nadie. Como ya me conoces, Patty, jamás me hubiera acercado a ti a “aconsejarte” sobre ejercicios, alimentación o cualquier otro tema. Como tú sabes, a nadie le brindo información, conocimiento ni experiencia si la persona no tiene la predisposición de escucharme ni mucho menos darme la autoridad para hacerlo. Por ese motivo y cuando es necesario, solo me limito a indicarles a todos la forma correcta de realizar los ejercicios. Esta es una labor tan simple que hasta un “retardado mental” lo hace en cualquier gimnasio del país. Por esa razón, brindar únicamente eso, considero que no estoy enseñando nada. El trabajo del entrenador comienza cuando tiene el suficiente conocimiento o base científica (además de la experiencia y títulos deportivos) para dirigir a sus clientes con la suficiente autoridad en anatomía, fisiología, fisiología del ejercicio, biomecánica, endocrinología, cronobiología, nutrición deportiva, psicología deportiva, filosofía, etc.

Deportistas como tú, Patty, que consideran a su salud ante todo –sean hombres o mujeres–, hay poquísimos; los que existen son los que se inyectan anabólicos esteroides y anticatabólicos y, paradójicamente, muchos de ellos no tienen esa gran capacidad de tolerar el dolor, además de tener un nivel intelectual sumamente bajo. Por esos y varios motivos más, no entrenan intensamente. Además, y debido a la poquísima información y gran desinformación que poseen, es común verlos en diversidad de gimnasios haciendo tantísimas aberraciones cuando entrenan (biseries, triseries, series gigantes, entrenamiento circuito, etc.). No son capaces de llevar al límite ni una serie simple y se atreven a hacer biseries, triseries, etc.

Indudablemente me siento orgulloso de ser tu entrenador personal, Patty, de brindarte ese asesoramiento holístico y de que te hayas convertido –por mérito propio– en mi segunda mejor tarjeta de presentación. Pues en toda la cantidad de años que llevo trabajando en esto, he entrenado –o mejor dicho– he monitoreado en el gimnasio a una inmensidad de gente, pero entrenarlos así como a ti, son contados con los dedos de la mano.

Muchas gracias, Patty, por haberme confiado tu preparación en el fitness y tu asesoría holística.

CONSULTOR FITNESS Y CORRECCIÓN GRAMATICAL
Nicanor Alfredo Camacho Núñez
Máster: "Entrenador Personal", "Nutrición Deportiva" y "Psicología Deportiva"
Diplomado en "Gramática, Redacción y Estilística"
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Chepén-La Libertad

lunes, 6 de enero de 2020

CURSO EN LA CIUDAD DE LIMA

El presente es un certificado de la “Comisión Nacional de Físicoculturismo” (hoy en día Federación Nacional de Físicoculturismo y Fitness) que me concedió el sábado 17 de mayo de 1986 en la ciudad de Lima por haber asistido al curso: “Nutrición, Técnicas de Entrenamiento y Métodos de Calificación”. Dicho curso fue presencial y a nivel nacional desde el lunes 12 al sábado 17 de mayo en la ciudad de Lima.
Desde ese entonces, estaba consciente de que el físicoculturismo y el fitness no eran solamente levantar los fierros sin conocimiento de causa (como lo sigue haciendo la gran mayoría) sino, tener el suficiente fundamento científico de todo lo que uno hace, tanto en el gimnasio como en la casa (alimentación). Es por ello que siempre fui un autodidacta, siempre fui un apasionado de los libros desde mi infancia hasta ahora. El conocimiento es INFINITO, y mientras más se aprende, más ignorante se es.
Este es apenas un certificado de los muchos que ostento. Pues los tres cursos de mayor magnitud –hasta la fecha– han sido los que llevé (on line) en la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte – INEF de la "Universidad Politécnica de Madrid – España" con una duración total de cuatro años. Los culminé en marzo del 2019.
Este curso de la “Comisión Nacional de Físicoculturismo” lo realizó dicha Comisión en los días previos a la competencia “Mr. Perú 1986”, que fue el domingo 18 de mayo - Lima, y en la cual también participé; fue en la categoría Junior y me ubiqué en el sexto lugar. En ese entonces, tenía apenas 22 años y me inicié en este deporte a los 15.

CONSULTOR FITNESS Y CORRECCIÓN GRAMATICAL
Nicanor Alfredo Camacho Núñez
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