sábado, 25 de enero de 2020

INFINITIVO DE GENERALIZACIÓN

¿Recuerdan las películas de Tarzán en los televisores blanco y negro? ¿Se acuerdan cuando ahí decían más o menos así? “Tarzán estar en el río”, “Jane estar enferma”, “Hombre blanco ser hombre bueno”, “Tarzán matar culebra”, etc.

Aunque les parezca extremadamente chocante, hoy en día con mucha frecuencia veo en mi extenso recorrido literario algo tan deprimente (desde el punto de vista lingüístico), y es el usar los verbos en infinitivo simple como verbo principal de una oración.

El infinitivo de generalización ha llegado a convertirse en una de las construcciones más usadas en los medios de comunicación hablados. Lo emplean periodistas, presentadores, conferenciantes, locutores de radio, políticos, e incluso escritores y profesores. Aunque en menor número, también podemos encontrarlo en textos escritos. Seguro que habrán tenido ocasión de comprobar que es otra absurda moda lingüística muy extendida.

A este infinitivo lo han bautizado de diversas formas: infinitivo introductorio, infinitivo introductor, infinitivo de generalización, infinitivo de cierre, infinitivo enunciativo, infinitivo radiofónico, infinitivo fático, infinitivo como verbo principal o «tarzanismo», etc. El nombre que más me gusta es este último. No es normativo, claro, pero es el más simpático para mí. Este divertido término es una acertada invención del filólogo riojano Rubén Pérez Negueruela, y a quien le he leído varios de sus libros.

El infinitivo de generalización muchos lo utilizan como verbo principal de una oración, sin que se apoye en ningún otro verbo conjugado. Por ejemplo: *DECIRLES que la reunión ha sido un éxito; *Por último, AGRADECER la colaboración de los informáticos; *Sobre este asunto, AÑADIR que la empresa subirá los salarios en breve; *En el apartado que nos ocupa, INSISTIR en la fecha límite del proyecto. Sin necesidad de burlarme de nadie, pero me hacen acordar a las películas de Tarzán.

En todos los ejemplos anteriores se está elidiendo o suprimiendo el verbo principal, por eso son oraciones incompletas; gramaticalmente incorrectas. El infinitivo (todos los que están con mayúsculas) NUNCA debe usarse como verbo principal de una oración.

Estas son algunas opciones correctasQuiero DECIRLES que la reunión ha sido un éxito; Por último, me gustaría AGRADECER la colaboración de los informáticos; Sobre este asunto, cabe AÑADIR que la empresa subirá los salarios en breve; En el apartado que nos ocupa, es importante INSISTIR en la fecha límite del proyecto.

No hay que confundir el infinitivo de generalización o «tarzanismo» con el infinitivo nominal, que es correcto y realiza la función de sustantivo en una oración: El CAMINAR del gato me resulta elegante; Este continuo SUFRIR es insoportable.

También es correcto el infinitivo verbalLLEGAR a un acuerdo con ella solucionaría el problema; DECIR que el caballo tiene cuatro patas es una obviedad.

En general, quienes echan mano del «tarzanismo» dicen que lo hacen por economía del lenguaje y porque prefieren elaborar un discurso impersonal o de generalización. Sin embargo, creo que muchos lo emplean por puro desconocimiento, siguiendo, como digo, una absurda moda lingüística más.

Debemos eliminar esta mala costumbre del empleo tan desafortunado del infinitivo («tarzanismo»), que empobrece nuestra lengua y denota un gran descuido e ignorancia en el buen uso de nuestro idioma.

CONSULTOR FITNESS Y CORRECCIÓN GRAMATICAL
Nicanor Alfredo Camacho Núñez
Máster: "Entrenador Personal", "Nutrición Deportiva" y "Psicología Deportiva"
Diplomado en "Gramática, Redacción y Estilística"
+51 (044) 942305620 Móvil
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Chepén-La Libertad

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