domingo, 24 de junio de 2018

ETIMOLOGÍA DE "CLAUSTROFOBIA"

CLAUSTROFOBIA significa 'temor patológico a los espacios cerrados'. Quien padece esta neurosis experimenta accesos de pánico o angustia cuando se encuentra, por ejemplo, en un ascensor o en una habitación pequeña y cerrada. Según el psicoanálisis, la claustrofobia es causada por un sentimiento de culpa relacionado con el desarrollo anormal de la sexualidad.

La palabra —acuñada por el creador del psicoanálisis, Sigmund Freud, y registrada en castellano desde 1925— está formada por la voz latina claustrum y la griega phobeomai 'yo temo'. 

Claustrum 'tranca', 'cerrojo', 'cerradura', es decir, todo aquello que sirve para cerrar un local y, por extensión, denota 'recinto cerrado'. Derivado del verbo claudere 'cerrar', este vocablo está también en el origen de clausurar 'cerrar en forma definitiva', de incluir 'poner dentro de un espacio cerrado' y de concluir 'cerrar' (en el sentido de 'dar algo por terminado'). En inglés, la palabra latina dio lugar a los verbos to close 'cerrar' y to disclose 'revelar', 'dar a conocer', además de originar muchos otros verbos compartidos con nuestra lengua española, tales como include 'incluir', conclude 'concluir'.

domingo, 17 de junio de 2018

LA PALABRA DEL MES: “ALCAHUETE”

Esta palabra debe su origen a una costumbre medieval árabe: cuando un señor quería conquistar a una mujer casada, le enviaba al marido un caballo de regalo con el fin de ganar la simpatía de él y poder aproximarse así a la esposa deseada. Lo hacía mediante un mensajero al que llamaban “al-qawwad”, que cabalgaba con la misión de entregar el animal. 

No ha llegado hasta nosotros ninguna información que permita saber si tan insólita estrategia galante fue algún día adoptada por los españoles; nos consta apenas que el vocablo árabe llegó a nuestra lengua como “alcahuete” para designar a la persona que concierta, encubre o facilita encuentros amorosos, generalmente ilícitos. 

Por extensión, la palabra se usa también para nombrar a aquellos que sirven, voluntariamente o no, para encubrir algo que se desea ocultar. En Río de La Plata (Argentina), se llama alcahuete al que delata a sus compañeros para congraciarse con sus superiores o con las autoridades.

Es una palabra muy antigua, registrada en nuestra lengua desde 1251.

domingo, 10 de junio de 2018

HINCHAS DEL IDIOMA

¿Es posible recorrer el fútbol como fenómeno lingüístico desde sus inicios en elementales campos sin gradas hasta la actual vivencia social? ¿Existe una obra coral creada por las aportaciones de los protagonistas del terreno de juego, los pasillos y despachos, las gradas, los medios de comunicación o los literatos y otros artistas?

Entre foot-ball y balompié, fútbol moderno y fútbol popular, match y partidazo o field y estadio inteligente... se halla una singular historia deportiva y cultural que influye en comportamientos y valores sociales, en la redacción de otras áreas informativas y en el uso de metáforas para persuadir en los más diversos ámbitos.

Es el juego de voces y giros de ambos lados del Atlántico en el partido que se disputa dentro del estadio y que se transforma en un encuentro infinito al otro lado de la línea de banda gracias a una fiesta social sin exclusiones.“Hinchas del idioma”, el último libro del filólogo Jesús Castañón (lo recomiendo mucho), aborda el fenómeno del fútbol y lenguaje, dos universos opuestos y paralelos que comparten un idioma común, aquel en el que las palabras tiran paredes, viven en fuera de juego o son habilitadas como correctas, salen por la línea de fondo botando como conejos y anotan el gol de haber engrandecido el idioma español.

domingo, 3 de junio de 2018

¿SABÍAS QUE...?

Sin ánimo de reírme de nadie, a muchos escucho decir: «Habemos quienes estamos en contra de...», ¿estará bien?

La forma arcaica o antigua “habemos”, hoy, es considerada por la Real Academia de la Lengua Española un vulgarismo y suele evitarse en el habla culta. El ejemplo mencionado puede reescribirse de la siguiente manera: “Hay quienes estamos...” o “Algunos estamos...”