Un día como hoy (domingo 16 de mayo de 1987) gané el título
departamental de físicoculturismo “Mr. La Libertad 87” (absoluto). Fue una
competencia realizada en la ciudad de Trujillo. En ese entonces tenía 23 años,
y ocho entrenando en el gimnasio “Malka” de Chepén. Ocho años de duro entrenamiento
metódico y especializado con bastante disciplina, mucha tenacidad, comiendo correctamente, etc.; en dos palabras, un deportista
de competición a carta cabal (amateur).
Desde esa época, debido a mi pasión por la lectura,
la asistencia a varios cursos en diferentes ciudades del país, el asesoramiento
del profesor Aldino Enrique Malca Coba, etc., etc., ya contaba con un
considerable conocimiento y, sobre todo, la suficiente minuciosidad para
precisar cuánto ejercicio hacer y cuánta comida ingerir, tanto fuera de
temporada (época de volumen) como para competencia (depletación, vulgarmente
“secado”). Me enorgullezco de decir que todo esto lo hice sin llegar a los
anabólicos esteroides ni a la deshidratación, tan común hoy en día; es decir,
sin arriesgar mi salud. Calculo que en ese entonces, en las diferentes
competencias en que participé, aproximadamente la mitad de deportistas usaban
los anabólicos esteroides, por ese motivo pude hacer algo. En la actualidad, los
entrenadores inescrupulosos lo han vuelto IMPRESCINDIBLE a dichos anabólicos
esteroides para poder competir. Es más, la inmensa mayoría de entrenadores y
propietarios de gimnasios los recomiendan a sus clientes casi desde que se
inician en el deporte de los fierros, sin importarles nada sus clientes. ¡Qué
aberración!, tener que jugar con la salud de sus clientes.
Durante muchísimos años, y hoy en día como
“Consultor Fitness” con mayor razón, considero que la salud es la sensación de
bienestar desde el punto de vista BIO, PSICO, SOCIAL y ESPIRITUAL. Es decir, es
un equilibrio entre lo BIOLÓGICO (buen funcionamiento de órganos y glándulas),
PSICOLÓGICO (equilibrio emocional, mental), SOCIAL (libre de enfermedades
sociales como drogadicción, prostitución, alcoholismo, ludopatía, etc.) y
ESPIRITUAL (una actitud tal que lo acerque cada vez más a Dios). Para mí, eso
es la salud, y si quieres tenerla tienes que trabajar en esos cuatro aspectos,
incluido lo intelectual o cognoscitivo. Aquel que no considere todos esos aspectos
y se meta a recomendar y vender los famosos ANABÓLICOS ESTEROIDES, posiblemente habrá sido criado por
dos cerdos y en un chiquero; pues nadie da lo que no tiene.
Como todos sabemos, la inmensa mayoría de
entrenadores y propietarios de gimnasios tienen un bajísimo nivel cultural. Por
tal motivo, entrenan a sus clientes sin ningún conocimiento de causa, esta gran
deficiencia los hace más necesarios el recomendar y vender esos anabólicos
esteroides. De igual modo, como en la actualidad, lo que preocupa más a la
gente es el porcentaje de tejido adiposo (grasa) que el porcentaje de tejido
magro (músculo), se meten a recomendar dietas a diestra y siniestra. Por si
fuera poco, muchísimos clientes piden una dieta sin tener conocimiento ni estar
consciente de lo que significa eso. Lo que hacen aquí es bajar de peso por
catabolización y no por lipólisis (oxidación de grasa); eso lo hace cualquier
ignorante.
Así que como “Consultor Fitness”, dentro del “Asesoramiento
Holístico o Integral” que brindo, siempre recomiendo a todos mis clientes dos
premisas básicas: «Si entrenas para mejorar o preservar tu salud, es
muy posible que encuentres la estética física; en cambio, si entrenas para
mejorar tu estética física, es muy posible que pierdas tu salud» y «Creer que alguien
sin estudios, pero con buena condición física pueda entrenarte es como creer que
alguien también sin estudios, pero con buena dentadura pueda ser tu odontólogo». Y por si esto fuera poco, sin ninguna autoridad
moral; es decir, ni siquiera han sido “Mr. Chacra”. ¡Qué deplorable!
Piénsenlo bien, jóvenes, la salud es lo primero y no el ganar un
diploma, una medalla o un trofeo.