A muchos deportistas, en las competencias, los
llaman a la PALESTRA, pero ¿saben el
significado y origen (etimología) de dicha palabra? Después de tantos años
compitiendo ¿se habrán tomado la paciencia de revisar el “Diccionario
Panhispánico de Dudas”, el “Diccionario Etimológico” o, por lo menos, el “Diccionario
Enciclopédico”? Veamos:
Llegó a nuestra lengua española proveniente del
latín “palaestra” y este, del
griego “palaístra” 'lugar donde se lucha', derivado del
verbo “palaíein” 'luchar'.
Griegos y latinos llamaban así a los gimnasios o
lugares donde se luchaba y, por extensión, también a la propia lucha. A partir
de cierta época, los antiguos pasaron a denominar con la misma voz el lugar
donde se desarrollaban ejercicios literarios o se debatía algún tema, asociando
el concepto con el de lucha intelectual.
A partir de esta acepción, se formó la
expresión “salir
a la palestra” o “saltar
a la palestra”, que significa 'tomar parte activa en una competencia
pública' o, también, 'aparecer públicamente".
La
palabra griega se originó a partir del nombre de Palestra, la hija del rey
Pándoco de Arcadia. Esta hermosa joven era amante de Hermes y, al enterarse ella
de que su padre se disponía a matarlo, puso al dios al corriente de la maligna
intención del rey y le pidió que le diera muerte primero para, de esa manera,
salvar la vida. Como homenaje de gratitud a la hermosa joven Palestra, Hermes
dio a los gimnasios el nombre PALESTRA. En cambio, en portugués, “palestra” significa
'conferencia, charla'.
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