domingo, 29 de mayo de 2016

¿SABÍAS QUE...?

En el español de hoy, ACÓLITO es el monaguillo o ayudante del sacerdote que celebra algún servicio religioso. La palabra nos llegó del latín medieval “acolytus”, derivada del griego “akholouthos” ‘seguidor’ o, más propiamente, ‘el que sigue el mismo camino conmigo’. El vocablo griego se formó mediante el prefijo “a- ‘juntos’ y “keleuthos” ‘senda’, ‘camino’. En Grecia, los “akholouthos” constituían una clase privilegiada de esclavos que se desempeñaban como acompañantes de sus amos, dondequiera que estos fuesen. En la “Vida de Sanct Isidoro”, obra literaria escrita en el siglo XV por el Arcipreste de Talavera, Alfonso Martínez de Toledo, se explicaban así las funciones del acólito (ortografía de la época, no son errores): 

<E al Acólito pertenesçe aparejar los çirios en el sagrario e levarlos delante del preste e aparejar las hostias e el vino que es menester para serviçio del altar>.

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