Los romanos usaban el sustantivo “DIPLOMA” para
referirse a un documento oficial. Habían tomado la palabra del griego díploma 'tablilla
o papiro doblado en dos', derivado del verbo diploun 'doblar,
plegar', que a su vez provenía de diplous 'doble'. ¿Por qué
esta relación con la idea de doblar? Bueno, porque en griego esta palabra
designaba un certificado que se daba a los soldados al licenciarse, que
constaba de dos placas de bronce unidas y dobladas en las que se enunciaban los
privilegios a que tenían derecho.
Actualmente, se refiere a un «documento expedido por una corporación,
facultad, sociedad, etc., con firmas, sellos y otras formalidades, que acredita
un grado académico o la adjudicación de un premio: un diploma
académico; el cuarto clasificado en unas olimpiadas obtiene el diploma
olímpico; la representante de la embajada recogió un diploma concedido a la
cinematografía de su país». También se llama así a un «documento
importante o solemne en el que se acredita un título, privilegio, etc.; en
particular, el que autoriza con sello y armas un soberano».
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