Hace dos
semanas (domingo 11 de noviembre) escribí un artículo titulado “AERÓBICO Y ANAERÓBICO” en donde –entre
otras cosas– decía que todo en el mundo o en la vida es lo mismo y a la vez no
es lo mismo, que depende de cada persona de qué perspectiva desee verlo. Debido
a eso, mucha gente me ha refutado en privado y tenazmente, pero lo más curioso es
que lo han hecho sin ninguna clase de fundamento. No obstante, ha habido algunas
personas muy cultas o instruidas que sí lo hicieron con el debido fundamento y
cordura. Esas personas instruidas me han pedido gentilmente que mencione algunas
cosas más sobre las igualdades o diferencias que hay, especialmente entre
hombre y mujer. Para todas esas personas educadas, con algunos ejemplos más, me
voy a tomar la paciencia de responderles de la manera más simple y sencilla.
Cuando la
ciencia se refiere al género humano lo hace como “el hombre”, incluye a ambos
sexos. Pues todos somos “homo sapiens”
(en latín), u hombres sabios (en español). Todos (hombres y mujeres) tenemos
dos gónadas que producen unos gametos o células reproductoras. Las gónadas
masculinas (testículos) producen los gametos llamados espermatozoides o células
espermáticas. Las gónadas femeninas (ovarios), producen un solo gameto o célula
reproductora llamada óvulo. Cuando un gameto masculino (espermatozoide) y otro
femenino (óvulo) se unen en el vientre femenino, se origina el cigoto, luego el
embrión, luego el feto y finalmente un ser humano; todo esto en un lapso de
nueve meses.
Las
gónadas, tanto masculinas como femeninas, producen una hormona llamada
testosterona. Las gónadas femeninas u ovarios producen 10 veces MENOS testosterona
que las gónadas masculinas o testículos. Es decir, tanto hombres como mujeres
tenemos testosterona. Hasta aquí todo es lo mismo y a la vez no es lo mismo
¿verdad?
Los
prefijos “ova”, “ovo” se refieren a huevo. Por tanto, ovario viene de huevo, es
decir, las mujeres también tienen huevos, sino que los llevan adentro, a
diferencia de los hombres que lo llevamos afuera. Las mujeres son hombres de
sexo femenino y los varones son hombres de sexo masculino; todos somos hombres,
es el género humano.
Los
hombres tenemos glándulas mamarias al igual que las mujeres, la diferencia es
que a nosotros no se nos desarrolla y a ellas sí. Tanto hombres como mujeres
tenemos 207 huesos y 275 pares de músculos esqueléticos. En las caderas, los
huesos llamados pelvis son iguales en hombres y mujeres, y a la vez se
diferencian en que ellas los tienen más separados que los hombres. Esto debido
a que cuando salen en estado de gestación ese espacio dé lugar al feto; por eso
también son más caderonas que los hombres, pero el esqueleto sigue siendo el
mismo.
La
corriente eléctrica y los radicales libres son lo mismo y a la vez NO; veamos. Uno
coge, por ejemplo, un pedazo de metal (materia inerte) y por medios mecánicos lo
destruye. Quedan unos trocitos pequeñísimos similares a los granitos de arena;
estos son las partículas y las podemos ver a simple vista. Cogemos una
partícula y por medios químicos la destruimos y quedan partecitas diminutas
llamadas átomos. A estos los vemos a través de un microscopio. Dentro de este
átomo hay unos componentes aún más diminutos. En el centro del átomo está el núcleo, que contiene otros más minúsculos
llamados neutrones y protones. A su alrededor del núcleo, y girando
indefinidamente, hay otros componentes que se llaman electrones. Cada átomo
tiene varios electrones girando alrededor suyo, dentro de su propia órbita.
Cada órbita puede tener dos, cuatro seis o más electrones (siempre son pares).
Cuando se le aplica presión (en este ejemplo materia inerte) se produce una
fuga de algunos electrones y salen disparados (300 mil Km/seg) a otras órbitas
de otros átomos vecinos dentro de la misma partícula. A este paso de electrones
de una órbita a otra se le conoce con el nombre de corriente eléctrica (la
corriente eléctrica es el flujo de electrones de un lugar a otro a través de un
conductor).
Este mismo
fenómeno también sucede en la materia viva. Cuando sale disparado un electrón
de su órbita de origen queda un número impar, va a formar otro número impar en
la nueva órbita donde se alojará de otro átomo. En la materia inerte, repito,
se llama corriente eléctrica, pero en la materia viva a este mismo fenómeno se le
llama “radicales libres” (al número impar de electrones), los cuales producen
deterioro en las células donde pertenecen causando el envejecimiento. Estos
radicales libres se reducen un poco con los famosos “antioxidantes”.
En la
materia viva, un grupo de átomos crean una molécula y no una partícula. Un
grupo de moléculas constituyen una célula. Un grupo de células forman un
tejido. Un grupo de tejidos hacen un órgano. Un grupo de órganos organizan un sistema
o aparato, un grupo de sistemas o aparatos forman un ser vivo, sea animal o
persona. Repito: todo es lo mismo y
a la vez no es lo mismo.
Tanto en
la materia viva como inerte, todo esto del átomo con sus componentes internos
(núcleo y electrones en sus respectivas órbitas) es a nivel “micro” y es exactamente lo mismo a
nivel “macro”; es decir, el Sol
(núcleo) y sus planetas (electrones), en donde la partícula vendría a ser todo
el sistema solar. Todo esto (tanto a nivel “macro”
y “micro”) es exactamente lo mismo a
nivel “nano” (lo ínfimo).
Desde el
colegio me hablaron los profesores de Química sobre el “CHON”: “C”arbono,
“H”idrógeno, “O”xígeno y “N”itrógeno.
Estos cuatro elementos químicos están presentes en absolutamente todo lo que nuestros
ojos pueden ver. Con respecto a los macronutrientes (proteínas, carbohidratos y
grasas) son exactamente lo mismo en su constitución básica. Por ejemplo, las
proteínas tienen carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno (por eso se dice que
son sustancias nitrogenadas). Los carbohidratos y grasas tienen solamente tres: carbono, hidrógeno y oxígeno. La
forma cómo hacen sus enlaces químicos es lo que varía entre carbohidratos y
grasas.
En el
gimnasio “Malka” –donde trabajo– siempre les hablo a algunos clientes sobre
este y muchos otros temas, porque no es cuestión de que el cliente solamente levante
las pesas como animales o bailotee en los “steps”
como zombis sin ningún tipo de conocimiento; evidentemente, esto es únicamente para
los que valoran la información y el conocimiento, y nadie más.
Con estos
brevísimos ejemplos, espero haber satisfecho algunas inquietudes de esas
personas cultas que me pidieron que escriba algo más sobre esta igualdad y
desigualdad a la vez. Pues, modestamente, podría escribir algunos tomos sobre
este tema.
Consultor Fitness y
Corrección Gramatical
Nicanor Alfredo
Camacho Núñez
Máster en
"Entrenador Personal", "Nutrición Deportiva" y
"Psicología Deportiva"
Diplomado en
"Gramática, Redacción y Estilística"
+51 (044) 942305620
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