La palabra MENSAJE está registrada en nuestra lengua
española desde los tiempos de Rodrigo Díaz de Vivar (conocido más como Cid
Campeador 1043 – 1099). Mensaje es, ya desde sus orígenes latinos, 'algo que es
enviado'. En efecto, se formó a partir del latín “missus”, el
participio pasivo del verbo “mittere”, uno de cuyos significados era 'enviar'. En francés antiguo, “missus” adquirió la forma “mes” 'enviado' y se unió al sufijo “-age”, dando lugar a “message”. Esta grafía llegó al castellano como “mesaje”, antes de adoptar la forma actual que todos
conocemos.
Información general sobre "gramática española" y "fitness". Es grato tenerlos en estos espacios de información, conocimiento y salud. Brindo asesoría holística o integral concerniente al físicoculturismo y “fitness” (ambos sexos). Asimismo, reviso y enmiendo los posibles errores gramaticales y ortográficos de tesis, monografías y documentos de toda índole. Cuento con la suficiente capacidad profesional en ambas materias, como también total privacidad de todos sus documentos que me confíen.
domingo, 27 de noviembre de 2016
domingo, 20 de noviembre de 2016
ORIGEN DEL VOCABLO "TABACO"
El TABACO, reconocido hoy como una
droga que provoca adicción y causa diversas enfermedades mortales, ya era usado
por los indígenas americanos. Introducido en el Viejo Continente por los
conquistadores españoles, gozó de gran prestigio: Francisco
Hernández de Toledo llevó la semilla del tabaco a España en 1510; el escritor y
diplomático francés Jean Nicot (en cuyo apellido está el origen de nicotina), a
Francia y la cultivó hacia 1560; el navegante Francis Drake la introdujo en
Inglaterra en 1585, y en el siglo XVII se extendió por el resto de Europa,
Rusia, China y Japón.
La palabra tabaco aparece por primera vez en 1535,
en el “Diálogo de la lengua”, de Juan de Valdés. Se ha dicho que es
originaria del idioma de los primitivos habitantes de Haití, de la voz tobago,
término con el que los indígenas caribeños denominaban a una especie de pipa o
caña alargada que utilizaban para fumar, pero Corominas señaló que las palabras
de origen árabe “tabacco” y “atabaca” se
empleaban en España y en Italia mucho antes del Descubrimiento de América, por
lo menos desde 1410, como nombre de diversas hierbas de efecto somnífero.
Además, como los indígenas antillanos usaban el tabaco para marearse, resulta
más verosímil que los conquistadores españoles hayan dado este nombre al
producto, fabricado hoy con hojas de las plantas solanáceas “Nicotiana tabacum”
y “Nicotiana rustica”.
lunes, 7 de noviembre de 2016
¿SABÍAS QUE...?
VETERINARIO es el nombre del
profesional legalmente habilitado para tratar las enfermedades de los animales.
Los veterinarios cuidan de la salud de los animales desde que estos nacen hasta
que mueren, pero no siempre ha sido así. En sus orígenes, los veterinarios se encargaban
solamente de los animales viejos, como indica el nombre de la profesión, que
proviene, al igual que palabras como vetusto o veterano, del latín “vetus” 'viejo' o “vetulus” 'viejecillo',
derivada a su vez del indoeuropeo “wet-“ 'año'.
El Imperio Romano, que basaba su poder en la fuerza
de las armas, cuidaba muy bien de los soldados que se retiraban por edad, los
veteranos, quienes contaban con numerosos privilegios, tales como la concesión
de la ciudadanía romana y el otorgamiento de tierras. Era una manera de hacer
sentir a los jóvenes reclutas que valía la pena enrolarse en las legiones del
Imperio.
Y así como un soldado viejo ya no sirve para la
guerra, lo mismo ocurría con los caballos viejos, los “veterinus”, que –a diferencia de
los veteranos– no gozaban de privilegio alguno y eran destinados a la carga.
Fernando Navarro, en su libro Parentescos insólitos del lenguaje, observa
que, en cierta época, el plural femenino “veterinae” y el
plural neutro “veterina” pasaron a designar a estas bestias de
carga. Los “veterina” sufrían muchos achaques por su edad, por
más que todavía fueran útiles a sus propietarios. Esta situación propició el
surgimiento de un nuevo profesional encargado de cuidar la salud de los veterina: el “veterinarius”.
Mucho más tarde, los veterinarios ampliaron
su campo de acción a otras especies animales y lo extendieron a todas las
edades.
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